El evento tuvo como propósito socializar y denunciar el incumplimiento de la Ley 1361 de 2009. Esta ley tiene por objeto fortalecer y garantizar el desarrollo integral de la familia, como núcleo fundamental de la sociedad; así mismo, establecer las disposiciones necesarias para la elaboración de una Política Pública para la familia y fortalecer y garantizar el desarrollo integral de la misma, como núcleo fundamental de la sociedad. 

Igualmente se comenta que el foro no tiene política ni religión e intervendrá quien acepte esos principios.

Como hoy hay tanta confusión política y se han abierto tantos estilos de familia se quiere centralizar y aclarar conceptos que sean aplicables al plan que se pretende realizar, para fortalecerla a través de este foro nacional y aprovechar este espacio como una institución que pretende funcionar en red y  no solo como  una actividad y se concluye que hay que intensificar la oración por estos procesos en nuestro país, pero que igualmente hay que acompañarla con estrategias efectivas.

La Iglesia Católica este año viene realizando actividades en la pastoral familiar con las directrices de su santidad Benedicto XVI en el VII encuentro mundial de las familias y los temas allí desarrollados y basados en tres términos, familia, trabajo y fiesta para abrir la familia al mundo. 

El trabajo y la fiesta son dos elementos con los que la familia vive el espacio «social», además del «tiempo» humano. El tema resalta la pareja hombre-mujer con sus estilos de vida: la forma de vivir las relaciones (la familia), vivir en el mundo (el trabajo) y humanizar el tiempo (la fiesta). Familia, trabajo y día festivo son dones y bendiciones de Dios para ayudarnos a vivir una existencia plenamente humana” Benedicto XVI.

Por medio del P. Jaime Restrepo Saldarriaga, quien dirigió la reunión y quien es Director del Departamento de Matrimonio y Familia del Centro Pastoral para la Comunión Eclesial de la CEC, los asistentes conocieron  el proceso de re-estructuración y el plan global de la Conferencia Episcopal e igualmente, hacen una descripción de lo vivido en el encuentro mundial de las familias en Milán y en el encuentro Regional de Agentes de Pastoral Familiar, promovido por el Departamento de Familia y Vida del CELAM  realizado del 17 al 21 de septiembre en Caracas-Venezuela.

Este fraterno encuentro vio su final, no sin antes resaltar los elementos de integración que han unido a estos movimientos e instituciones, el dinamismo del que cada uno hace gala, el acompañamiento, la unidad y la fuerza que viene del Espíritu y que es dada para la edificación de la Iglesia que es el cuerpo de Cristo.

Se concluye que no se puede limitar el espacio al Espíritu Santo. Así el P. Jaime reafirma que el encuentro de los movimientos, de por si, ya es muy valioso solo por el hecho del encuentro y de lo que se comparte y “Cuando uno se retroalimenta o se resaltan los pasos que se han dado, valora más lo que ha hecho y cuando llegan las problemáticas no nos encuentra divididos”.

Algunos de los asistentes resaltaron que hay que trabajar por la santidad matrimonial y que nos debemos proyectar para que la Iglesia se beneficie del don que el Espíritu ha dado y estas experiencias hay que seguirlas llevando con más fuerza y ardor a las diócesis, parroquias y hacia el mundo.

Como apunte final se recuerda que la Familiaris Consortio habla de que la familia debe ser y estar organizada y si no estará débil y fácil de ser atacada.