COMUNIDAD HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO

MINISTERIO DE MAESTROS

GUÍA DE PREDICACIÓN

Julio 4 - 2012

 

¿Sabías que eres la morada anhelada del Espíritu Santo?

 

1ª.Co.6, 19 “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?”

OBJETIVO

Tomar conciencia de que el Espíritu Santo nos fue dado para que morara en nuestro ser. De ahí la importancia de mantenernos firmes en la verdad para que el mal ya no ejerza más dominio en el territorio que solo al Espíritu Santo le corresponde,

 

INTRODUCCION

El Antiguo Testamento nos muestra cómo el pueblo judío, a donde iba llevaba consigo el Tabernáculo. Este era un templo portátil y en él guardaba lo más sagrado para el pueblo. En el Tabernáculo Dios se manifestaba a su pueblo. También se le llamaba Tienda del Encuentro y a ella acudía Moisés toda vez que necesitaba la dirección de Dios.  El Espíritu Santo está anunciado en todo el A. T. como fuerza poderosa de Dios que cae sobre el hombre para equiparlo y así pueda cumplir su misión o encargo en la comunidad. (Familia, trabajo, iglesia, etc.).-

"La violación de la ley física es trasgresión de la ley moral; porque Dios es tan ciertamente el autor de las leyes físicas como lo es de la ley moral. Su ley está escrita con su propio dedo sobre cada nervio, cada músculo y cada facultad que ha sido confiada al hombre. Y todo abuso que come­tamos de cualquier parte de nues­tro organismo es una violación de dicha ley”.

"Todos debiéramos poseer un co­nocimiento inteligente del organis­mo humano, para poder conservar nuestros cuerpos en la condición nece­saria para hacer la obra del Se­ñor. La vida física ha de ser cui­dadosamente preservada y desa­rrollada, a fin de que a través de la humanidad pueda ser reve­lada la naturaleza divina en toda su plenitud. La relación del or­ganismo físico con la vida espiri­tual es uno de los ramos  más im­portantes de la educación. Debie­ra recibir una atención cuidadosa en el hogar y en la escuela. To­dos necesitan llegar a familiarizar­se con su estructura física y las leyes que gobiernan la vida na­tural. El que permanece en la ignorancia voluntaria respecto de las leyes de su ser físico, y viola dichas leyes por desconocerlas, es­tá pecando contra Dios. Todos deben mantener la mejor relación posible con la vida y la salud. “Nuestros hábitos deben ponerse bajo el control de una mente gobernada por Dios"

 

No eres dueño de ti mismo

El cuerpo humano es maravilloso. Funciona como un relojito, todo a su debido tiempo. Cuando lo apreciamos, descubrimos que somos la obra de un Dios que tuvo sumo cuidado en todos los detalles.

Pero además de ser una creación inigualable, hay algo más que debemos resaltar y es lo que señala el apóstol Pablo: usted y yo somos templos del Espíritu Santo. (1 Corintios 6:19).

 

El deseo de Dios por nosotros

¿Qué dijo Juan sobre la sa­lud? (3 Juan 2.)

"La salud es una bendición cu­yo valor pocos aprecian; no obs­tante, de ella depende la eficiencia de nuestras facul­tades mentales y físicas. Nuestros impulsos y pasiones tienen su asiento en el cuerpo, y éste de­be conservarse en la mejor condi­ción física, y bajo las influencias más espirituales, a fin de que pueda darse el mejor uso a nues­tros talentos"

¿Cuán importante es una bue­na salud para cualquier indivi­duo?

"Puesto que la mente y el alma hallan expresión por medio del cuerpo, tanto el vigor mental como el espiritual dependen en gran parte de la fuerza y la actividad física; todo lo que promueva la salud física, promueve el desarro­llo de una mente fuerte y un ca­rácter equilibrado. Sin salud, na­die puede comprender ni cumplir completamente sus obligaciones para consigo mis­mo, con sus semejantes, o con su Creador. Debiera cuidarse por lo tanto tan fielmente la salud como el carácter. El conocimiento de la fisiología y de la higiene debería ser la base de todo esfuerzo edu­cativo"

 

Principios fundamentales

¿Cómo han de ser considera­das las leyes de la naturaleza?

"Como principio fundamental de toda la educación correspondiente a este ramo, se debería enseñar a toda persona que las leyes de la naturaleza son las leyes de Dios, tan ciertamente divinas como los preceptos del Decálogo. Dios ha escrito en cada nervio, músculo y fibra del cuerpo, las leyes que gobiernan nuestro organismo. To­da violación descuidada o preme­ditada de estas leyes es un peca­do contra nuestro Creador.

"No sólo es el Creador de todo, sino de la vida de todo lo viviente. Es su vida la que recibimos en la luz del sol, en el aire puro y suave, en el alimento que fortifica nuestros cuerpos y sostiene nuestra fuerza. Por su vida existimos ho­ra tras hora, momento tras mo­mento. A menos que hayan sido pervertidos por el pecado, todos sus dones tienden a la vida, la salud y el gozo" (Id., pág. 193).


Pueblo escogido

El apóstol Pablo lo describe de la siguiente manera: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Pedro 2:9).

El hecho de que seamos ese segmento poblacional de especial significación, porque obramos su voluntad, determina que haya decidido morar en cada uno de nosotros.

Como pueblo santo, que fue comprado por Dios por la muerte sacrificial de Su Hijo, para ser su iglesia, Él espera que vivamos en santidad"A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha" (Efesios 5:27).


¿Cómo anda tu vida?

Sobre la base de que somos morada anhelada del Espíritu Santo cabe preguntarnos: ¿cómo anda nuestra vida? El interrogante es necesario que nos lo formulemos, porque una cosa es llamarnos cristianos y otra bien diferente, que nuestras acciones obedezcan a ese patrón de vida que debemos asumir.

Revisar nuestra existencia constantemente reviste mucha importancia. Piense por un instante que Dios vive en usted por Su Espíritu, así que debe andar en santidad para corresponder a ese amor inmerecido que Él manifiesta hacia nosotros.

¿.A quién no pertenecemos? 1cor. 6: 19.

Siendo que pertenecemos a Dios, ¿qué debiéramos hacer, en nuestro cuerpo y en nuestro espí­ritu? 1cor. 6: 20; 2cor. 5: 15; 1 Pe. 1: 17-21.

"Hacemos conciencia de una gran lección cuando entendemos nuestra rela­ción con Dios, y su relación con nosotros. Las palabras:'No sois vuestros, porque comprados sois por precio', deben colgarse en los laberintos de nuestra memoria, para que siempre reconozcamos el derecho que Dios tiene sobre nuestros talentos, nuestras propiedades, nuestra influencia, nuestro yo in­dividual. Hemos de aprender có­mo tratar estos dones de Dios, la mente, el alma y el cuerpo, para que, como posesión comprada por Cristo, hagamos un servicio salu­dable y salvador para él"

 

Para recordar

1. No sois vuestros.

2. Vuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y en todo lo que penséis, digáis y hagáis, este hecho debiera tenerse en cuenta.

3. "Salid" y "apartaos" (2cor. 6: 17) del mundo; sois parte de "un linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable" (1 Ped. 2:9).

4. Las leyes de la salud son tan sagradas como los Diez Manda­mientos.

5. "Debiera cuidarse por lo tanto tan fielmente la salud como el carácter 1cor. 3: 1

 

Conclusiones.

Para ser verdaderos templos del Espíritu Santo ¿cómo respondes?

La pascua (Personal) está a las puertas de tu vida. Irrumpe en ti mismo e identifica esos impedimentos para vivir una verdadera pascua y dar pasos en fe: Jesús sabía qué iba a pasar con  El en Jerusalén y no se detuvo.

Permitirle a Jesús que entre en tu vida y que erradique de ella todo invasor que ha usurpado su lugar, a todo ladrón que ha robado la dignidad que nos caracteriza como hijos de Dios, a todo comerciante que nos ha hecho dependientes y por ellos mentimos, criticamos, rechazamos, juzgamos, adulteramos, fornicamos, mentimos, y cuántas cosa más se ven en la vida diaria de cada persona y solo por unas cuantas monedas.

Muchos de estos malos hábitos pueden estar tan arraigados en tu vida que van ha doler hasta hacerte llorar recuerda, cómo Jesús tejió el  látigo   para golpear a esos invasores y echarlos fuera del templo y tú que eres el templo del Espíritu Santo, no te rindas hasta que estés totalmente restaurado.

”EL CELO POR TU CASA ME DEVORA” Eres propiedad exclusiva de Dios, Jesús no solamente ha hecho restauración en el templo físico, con su vida y con su sangre te ha lavado, limpiado y restaurado para que seas morada propicia, templo sagrado de su Espíritu Santo. Si tú decides aceptar ser Templo del Espíritu Santo, no solamente habrás dejado de ser propiedad de muchos y de nadie para ser propiedad exclusiva de Dios, pues llevas impreso su sello y su fuego, tanto que no te cansaras de sentir como “El celo por tu casa me devora”.

Fuimos creados por Dios a su imagen y semejanza:

Espíritu humano: parte de nosotros que nos comunica con Dios pero si ha caído en pecado está en estado de muerte- dando pasos de fe vuelve a la vida por la acción renovadora del Espíritu Santo.

Alma: en ella están las virtudes, la disponibilidad de ser humanos nos hace humanos con sentimientos y emociones. Con el alma amamos u odiamos, también ella define nuestra naturaleza humana.

Cuerpo: es donde habita el alma y el espíritu.

El Espíritu Santo es dado a los hombres y El viene con dones y carismas a armonizar nuestras vidas para que el propósito de Dios se realice en cada uno.


CÓMO ME CUIDO

Vigilando que todos los aspectos de mi vida estén bajo la dirección del E.S. para que con su sabiduría, inteligencia y discernimiento, hablemos, obremos y amemos. Una de las primeras acciones del E.S  es hacernos sentir profunda tristeza por los pecados cometidos por omisión palabra y obra.

En ella incluyo la salud física, mental y espiritual, debo cuidarla equitativamente.

 

Versículos para recordar

1cor. 6: 19, 20

1 Ped. 2: 9

 

Taller

  1. ¿Qué es tu cuerpo y a quién perteneces? 1 cor. 6: 19, 20.
  2. ¿Qué significa para ti ser morada del Espíritu Santo?
  3.  ¿Cómo llegamos a ser templo de Dios? 2 cor. 6: 16.

 

Bibliografía

Catecismo de la iglesia católica 809

Mariología.org

Biblia Dios habla hoy

Biblia de Jerusalén