COMUNIDAD HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO

MINISTERIO DE MAESTROS - Guía para fraternidad

SEPTIEMBRE  12 /2012

“EL DÍA DEL SEÑOR HA DE VENIR COMO LADRÓN EN LA NOCHE”

 (1ª tes 5, 2-11)

 

Objetivo:

Avivar la esperanza en los asistentes a la asamblea. Esa esperanza que debemos tener todos los católicos en la Vida que nos espera. Recordarles que, al fin y al cabo, estamos es caminando hacia la casa del Padre.

Introducción:

Por lo general el tema de la escatología, o todo aquello que tiene que ver con “el final de los tiempos”, nos produce un poco de angustia o de temor. Aprendamos hoy con San Pablo a vivir vigilantes y con la esperanza puesta en el Señor.

Desarrollo:

En esta primera carta a los Tesalonicenses, Pablo habla del regreso de Jesús, llamado parusía, adviento. (...) Pablo describe la parusía de Cristo con viveza y con imágenes simbólicas que transmiten sin embargo un mensaje sencillo y profundo: “Al final estaremos siempre con el Señor” y eso es lo que verdaderamente importa.

En la segunda carta a los Tesalonicenses, sin embargo, Pablo cambia la perspectiva; habla de eventos negativos, de cosas que deberán ocurrir antes de la venida del Señor, tendrá que venir la apostasía y manifestarse un indefinible “hombre de la iniquidad”; el “hijo de la perdición”, que la tradición llamará el Anticristo”.

Quizá ponemos más nuestra atención a estos eventos negativos y sea esto lo que nos da miedo. ¿Qué debemos hacer?, ¿cuál debe ser nuestra actitud como cristianos ante estas inquietudes sobre la venida definitiva de Cristo, la muerte, el final de los tiempos, etc.? El papa Benedicto XVI nos da la respuesta.

En una de sus audiencias El santo padre nos dice:

- “En primer lugar, tenemos la certeza de que Jesús ha resucitado y que con el Padre está junto a nosotros para siempre”.

Esto lo podemos ver por ejemplo en Jn 14,23

- “En segundo lugar, la seguridad de que Cristo está conmigo y como en Cristo el mundo futuro ya ha comenzado, esto nos da certeza de la esperanza.”

Son muchos los textos Bíblicos que nos dicen “no temas, yo estoy contigo”  Ej.: (Is 43 ,2-5) (Is 41,10), (Mt 28, 20b) etc.

“El futuro no es una oscuridad en la que nadie se orienta. No es así. Sin Cristo también hoy el futuro es oscuro, es el mundo sin Dios el que es oscuro, sea el presente o el futuro. El cristiano sabe que la luz de Cristo es más fuerte que cualquier oscuridad - y por tanto vive en una esperanza que no es vaga, en una esperanza que da certeza y valentía para afrontar el futuro”.

- La tercera actitud “es la responsabilidad por el mundo y por los hermanos ante Cristo y al mismo tiempo la certeza de su misericordia. (...) Tenemos que trabajar para que este mundo se abra a Cristo, sea renovado, (...) sabiendo que Dios es un Juez justo y tenemos la seguridad de que es bueno, conocemos su rostro. (...) Por eso, podemos estar seguros de su bondad y seguir hacia adelante con gran valentía”.

San Pablo, al final de la primera carta a los Corintios, “repite y pone en los labios de los corintios una oración de las primeras comunidades cristianas siro-palestinas: “¡Marana thà! “¡Ven, Señor nuestro!”, con la que también termina el Apocalipsis. También nosotros podemos rezar hoy así, para que acabe este mundo, para que venga la nueva Jerusalén, el último juicio, el Juez Cristo. (...) Como la primera comunidad cristiana, podemos decir: ¡Ven Señor Jesús! Ciertamente queremos que ahora llegue el fin de este mundo como lo conocemos, deseamos que termine este mundo injusto, que el mundo cambie, que comience la civilización del amor y que llegue un mundo de justicia, de paz, sin violencia, sin hambre. Esa será la tierra nueva de la cual nos habla el libro del Apocalipsis.

Pero, sin la presencia de Cristo nunca existirá un mundo realmente justo y renovado”.

 “Podemos y debemos decir también nosotros con gran urgencia en las circunstancias de nuestro tiempo: ¡Ven Señor! Ven del modo que tú sabes, ven donde hay injusticia y violencia, a los campos, a tantas partes del mundo donde no se oye tu voz. Ven donde domina la droga, también ven entre aquellos ricos que te han olvidado, y que viven solo para sí. Ven donde eres desconocido, y renueva el mundo de hoy. Ven también a nuestros corazones (...) para que seamos luz de Dios, presencia tuya”, ¡Ven Señor ¡ para que seas todo en todos y en todo.

Sin Cristo en nuestro corazón, no sólo no hay un mañana feliz, sino que tampoco hay un hoy feliz. Con Cristo como timonel de nuestra vida no tenemos nada que temer.

Nuestro futuro es estar con el Señor y como dijo el mismo Pablo “si Dios está conmigo ¿Quién contra mí?


Taller

Compartir en pequeños grupos y con la asamblea

Hacer una oración en los grupos pidiendo al Señor esa tierra nueva en donde reine la civilización del amor, la justicia y la paz de Cristo, y también por nosotros para que nos dejemos llenar del Espíritu Santo y podamos ser luz para otros, para los que están en la oscuridad.