FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO

MINISTERIO DE FORMACIÓN - GUIA DE PREDICACIÓN

Septiembre  18/2013

VIVIENDO LOS CARISMAS

ROM. 12,6-8; 1CORINT 12,28-30

 

OBJETIVO

Despertar en el creyente el deseo permanente por vivenciar los carismas para compartir con el prójimo este don gratuito, sin perder la mirada centrada en Cristo.

INTRODUCCIÓN

El carisma es la manifestación práctica del amor de Dios al hombre, en una situación  específica y con unos medios específicos. Despertar y vivenciar los carismas no es otra cosa que buscar el querer de Dios en cada instante en cada situación de la vida con nuestros hermanos.

DESARROLLO:   ¿Cómo despertar el carisma en la persona creyente?

Despertar el carisma no es una cuestión intelectual, es una cuestión del corazón, es hacer que el carisma actúe en el creyente en todos los niveles que conforman su persona, ya que el Espíritu Santo los concede a quien quiere y cuando quiere (1 Cor 12,11).  Otorgándosele a cada cual la manifestación del Espíritu para provecho común, logrando que todo su obrar y su ser queden impregnados de una identidad cristiana.

Despertar el carisma es vivir la madurez humana, la cual se comprueba sobre todo  en cierta estabilidad de ánimo, en la facultad de tomar decisiones, asumir responsabilidades, saber emitir  juicios siguiendo los lineamientos de la Iglesia Católica;  por ejemplo  el carisma del evangelizador es proclamar la palabra que es fuerza de Dios para la salvación de todo creyente.

San Pablo en (1 Ts 5,19-22) muestra una especial preocupación cuando dice: “No apaguéis el Espíritu. No despreciéis las profecías. Examinad todo y quedaos con lo que es bueno. Absteneos de todo mal”. Pablo enseña constantemente que Dios actúa íntimamente y poderosamente en sus hijos, dándoles los dones necesarios para la misión.

San Pablo da a la comunidad de Corinto consignas que se han de observar con respecto al uso y al orden de importancia de los carismas. (1. Cor.14,26-38); (1.Cor.12,28); (Ef.4,11), Como también se deben tener en cuenta las indicaciones de la Iglesia para que cumplan realmente su misión específica y de esta manera enseñar  y vivenciar el buen uso de los carismas, teniendo en cuenta las siguientes exigencias, de las cuales inicialmente nos detendremos en las dos primeras.

  1. Usar  los carismas En Orden;
  2. En Fe; 
  3. En Humildad; 
  4. En obediencia; 
  5. En Oración; 
  6. En el Amor; 
  7. En el Discernimiento.

1.- USARLOS EN EL ORDEN.  (1.Cor.14, 40; 33).

Existe una gran corriente carismática, el dinamismo del Espíritu que corre por todas partes y tiende a expresarse en manifestaciones diversas de acuerdo con el plan del Señor. (Jn.7,38).

Si el buen uso de los carismas construye una comunidad, el mal uso la destruye. Todos los carismas deben operar en armonía, como las múltiples funciones de un cuerpo sano. Por ello la importancia de ejercer los carismas,“en el orden”, pues el desorden en el uso de los dones escandaliza, confunde, desalienta; Da una imagen falsa de la Renovación Carismática; No se construye la comunidad en el amor y en servicio (Rom.6,13). De ahí la necesidad de cuidar el uso de los carismas tanto para desarrollarlos como para encaminarlos en forma equilibrada hacia el propósito querido por Dios.

Para  hacer Uso de los carismas en el orden implica:

a)    Hacer lo que hay que hacer en el tiempo debido.   

b)    La duración y aún el tono de la voz: cuando una persona habla sin control del tiempo, aún para manifestar un mensaje del Señor, surge la duda de si no está mezclando lo propio con lo del Señor. El tono de voz debe ser moderado procurando llegar a un punto de equilibrio en donde reine la armonía en nosotros mismos y en los demás.

c)    Tener siempre en cuenta el auditorio concreto que tenemos delante; para dar un manejo razonable, humilde y seguro del auditorio. El uso en forma  responsable, al ser de Dios produce paz, unidad y armonía.

d)    Estar alerta a la tentación de la improvisación: Esta acecha insidiosamente a los comprometidos en la Renovación Carismática de un modo particular y sutil: la experiencia quizá repetida de la acción poderosa del Espíritu Santo más allá de lo esperado, la fuerza de la palabra de Dios, el entusiasmo de los grupos  que se sienten beneficiados por nuestra actuación y las felicitaciones sencillas pero a veces exageradas: “Dios te ha usado poderosamente”, etc., nos pueden ir haciendo creer que lo importante es hablar y lanzarse a hablar, sin preparación humana. Esto sobre todo en el caso de los Evangelizadores.

2.- USARLOS EN FE. (Jn 1,23;  5,43). 

Tomando como punto de partida, que la fe fundamentalmente es la adhesión a la persona de Cristo, es “creer” en El.  Esta adhesión a su persona lleva consigo la entrega incondicional a El.

La fe es adhesión al mensaje de Jesús: Es una consecuencia que nace de la entraña  adhesión a la persona de Cristo. Es por tanto, elemento esencial de la fe.  El mensaje  de cristo es inseparable de su persona. Esta adhesión al mensaje de  Jesús no ha de ser interpretado por nuestra cuenta y riesgo, sino por el magisterio de la iglesia que él ha dejado como intérprete auténtico de su doctrina.  Ejemplo: (Mc.11,23).

Existe el don de la fe como “carisma” se trata de un carisma para beneficio común que nos permita confiar totalmente en el  señor en circunstancias especiales y difíciles “para que podamos ver” las  maravillas y aún milagros; No es otra fe distinta de la fe con que confiamos en el Señor.

La fe cristiana es fiarse plenamente de Dios, es obediente a la voluntad de Dios en Cristo, la “obediencia de la fe”( Heb.11,2-27), la renuncia abnegada de la propia autonomía , tiene su raíz en el elemento fundamental de la adhesión a una persona: Cristo.

CONCLUSIÓN:

Despertar y vivenciar los carismas nos lleva a encarnar el querer de Dios en nuestras vidas.

Usar los carismas debidamente y en orden, constituye una excelente guía en el servicio para Dios, ejerciéndolos con base en los criterios y deseos de la Iglesia, siendo una poderosa ayuda para su edificación.

No hay fe sin amor, ni amor sin el cumplimiento de la voluntad del Señor. (Jn. 15,10)

TALLER:                                                                                                                                    

-          ¿Cómo estás viviendo los carismas?

-          ¿Tienes conciencia de que le estás dando el uso correcto a los carismas, para buscar el querer de Dios en cada situación de la vida?

BIBLIOGRAFÍA:

Catholic.net ,  Juan Pablo II,  Carta apostólica Novo Milenio Ineunte, 6.1.2001 ;  Juan Pablo II, Exhortación apostólica postsinodal vita consecrata, 25. 3. 1996.

Cómo usar los carismas – Benigno Juanes.

Vocabulario de Teología Bíblica – Editorial Herder