FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO

MINISTERIO DE EVANGELIZACION -  GUIA DE PREDICACION

OCTUBRE 30 DE 2013

DIOS PREPARA UNA CIUDAD PARA LOS SUYOS

HEBREOS 11,16

 

OBJETIVO

Poner de relieve el cariz edificante, aspecto esencial de la fe.

Introducción

La fe no solo se presenta como un camino, sino también como una edificación, como la preparación de un lugar en el que el hombre pueda convivir con los demás.

DESARROLLO

Cuando hablamos de una ciudad preparada por Dios, seguidamente pensamos en de la tierra prometida. Ese lugar no es la tierra físicamente hablando, sino un espacio de vida, de libertad y de prosperidad, el lugar de realización del proyecto de Dios para cada uno de nosotros. Es un espacio en donde se verán superadas las limitaciones del mundo viejo. Es el espacio de vida de un pueblo que por su fe tiene una forma de vida que lo hace llamar el verdadero pueblo de Dios.

Se trata de un lugar, un espacio humano donde se tejen, se edifican relaciones de justicia, paz solidaridad, etc. (Is 60, 18 y 21) Un lugar en donde las relaciones fraternas expresarán la pertenencia a un mismo Dios, todos hijos de un mismo Padre, quien a su vez genera en medio de ellos relaciones en la equidad, el respeto y la promoción del otro.

 El primer constructor es Noé que en el arca logra salvar a su familia, de tal manera que el arca se nos presenta como ese lugar construido por el ser humano por orden del Señor para salvar a la humanidad del diluvio universal

El segundo constructor es JESUCRISTO, que en la CRUZ  logra salvar a toda la humanidad.

El tercer constructor eres tú que con Jesús y la fuerza del Espíritu Santo, si aceptas el llamado, lograrás salvarte tú, tu familia, y les mostrarás la ciudad preparada por DIOS, a todo aquel que te pregunten por tu Fe.

Esa ciudad la prepara el Señor por medio del amor. Las relaciones humanas iluminadas por la fe nacen del amor, y siguen la dinámica del amor de DIOS: la donación de cada uno al servicio del otro, la renuncia de sí mismo en favor del hermano que me necesita. Asíel Dios digno de Fe  construye para todos los hombres una ciudad digna y fiable.

 

¿QUÉ SE NECESITA PARA GANAR LA CIUDAD PREPARADA POR DIOS?

SER JUSTOS

Es obrar según y la Palabra de Dios que nos lleva a obrar  como Jesús, generando relaciones vivificantes en nuestra familia, lugar de trabajo, en la comunidad, con la naturaleza, etc.

SER MANSOS

Sin la mansedumbre de Jesús jamás llegaremos a vivir en esa ciudad que Él tiene para nosotros, entendiendo que la mansedumbre es el manejo cristiano de  las situaciones adversas, evitando a toda costa maltrato y opresión.

 

CONCLUSION

Estamos llamados a vivir en esa ciudad que el Señor tiene para nosotros, es esa ciudad  de la que nos habla Ap. 21,1-8

 Debemos comprender que siendo justos, solidarios, mansos como el Señor Jesús estaremos viviendo en esa maravillosa ciudad, ese espacio que el Señor nos ha preparado.

Cada uno en su estado sea soltero(a), casado(a), separado(a), deberá asumir esta nueva vida, esta nueva forma de ser.

Un hombre y una  mujer que viven su fe, descubren que Dios tiene un plan para ellos que supera sus propios planes y así pueden comprometerse para toda la vida generando una familia estable, un lugar fiable para sus hijos.

Recordar que para esto es indispensable la oración, lectura, meditación y obediencia a la Palabra, la Eucaristía, y dejarse guiar por el Espíritu Santo que nos quiere llevar hasta el final y así poder disfrutar de la Nueva Jerusalén  donde habitan el Padre, el Hijo y el Santo Espíritu.

 

TALLER

1.    ¿Crees que estás construyendo relaciones fraternales, eres un conciliador o conciliadora?

2.    ¿Estás haciendo alguna cosa por la promoción de otra persona? Si la respuesta es no, ¿qué te gustaría hacer?

 

        Bibliografía

                                                              Diccionario uno color

Carta Lumen Fidei - luz de la palabra (Papa Francisco)

Biblia de Jerusalén

                                                                  La Biblia de nuestro pueblo.

 Padre Fidel Oñoro, EN LOS BRAZOS DEL PADRE