Comunidad Hombres y Mujeres de Futuro

Ministerio de Predicación – Guía de Predicación

 

Junio 18 de 2014

El Espíritu Santo en la Familia

Hechos 2, 38-39

 

Objetivo

Concientizar a las familias de reavivar el poder del Espíritu Santo que está en los corazones, para que puedan ser familias renovadas y fortalecidas en el amor.

Introducción

La familia es el lugar donde se gestan los valores humanos y cristianos, es transmisora de vida, el lugar esencial  donde se conoce a Dios, donde se forman personas idóneas y responsables para construir una sociedad justa y equilibrada. Los principales responsables de esta formación son los esposos, quienes con su testimonio de vida impregnan en sus hijos dichos valores que los capacitan para vivir bien.

Pero ¿cómo podemos fomentar los valores humanos y cristianos en la familia, en medio de una sociedad que solo piensa en el consumismo, la moda, el dinero, los placeres, los vicios?¿Cómo tener una familia estable, comprometida, que se mantenga firme y constante y que pueda seguir adelante en medio de las dificultades, las diferencias, el pesimismo, la desconfianza…?

La respuesta está en reavivar el don del Espíritu Santo que se nos ha dado desde el Bautismo; es la toma de conciencia de que si no dejamos actuar a Dios en nuestras vidas, será muy difícil sostenernos como personas y por lo tanto será muy difícil mantener una familia.

Veamos como el Espíritu Santo actúa en la Familia, la sana, la restaura y le da la fuerza para seguir adelante.

Desarrollo

Las Sagradas Escrituras nos muestran cómo en la fiesta de Pentecostés los discípulos fueron transformados por el poder del Espíritu Santo. Pedro lleno del Espíritu Santo exhorta a los judíos a que reciban el poder que viene de lo alto: 38«Pedro les contestó: «Conviértanse y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de sus pecados; y recibirán el don del Espíritu Santo; 39pues la Promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro.» (Hch.2, 38-39).

Tres palabras claves para reavivar el don del Espíritu Santo:

1.    Conviértanse.

2.    Bautizarse en el nombre de Jesucristo.

3.    Recibir el don del Espíritu Santo

Para recibir el don del Espíritu Santo, es importante entender quién es el Espíritu Santo: Veamos entonces:

Por lo tanto, recibir el don del Espíritu Santo es:

Conclusiones:

  1. Para ser una familia renovada y llena del poder del Espíritu Santo, es indispensable que cada uno de los miembros se conviertan a Jesucristo.
  2. El don del Espíritu Santo es para todas las personas “la Promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro”.
  3. Solo la gracia del Espíritu Santo hará familias nuevas, que se amen y se fortalezcan para afrontar los retos del día a día.