COMUNIDAD HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO

MINISTERIO DE FORMACIÓN - Guía de predicación

Julio 30 - 2014

"SOMOS FAMILIA DE DIOS"

"Ya no sois extraños ni forasteros sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios".     (Ef 2,19)

 

Objetivo

Conocer los deberes y derechos que obtenemos al reconocernos familia de Dios.

 

Introducción

Cristo ha resucitado y es hora de comenzar a vivir como verdaderos hijos de Dios. Él nos ha insertado en la familia de Dios, somos de la casa de Dios. En nuestro lenguaje familiar la casa es la familia, el lugar íntimo donde el individuo crece y se desarrolla sus relaciones de amor y fraternidad, de descanso, y comprensión; cuando hay una familia verdaderamente establecida da gusto estar en ella.

 

Desarrollo

 Dios tiene su familia, él mismo es familia. El Padre, el Hijo y el Espíritu constituyen una "comunidad de amor" y en esa comunidad nos inserta a todos los creyentes y nos hace su familia. De ahí que las relaciones han de ser de intimidad, familiaridad y confianza. Lo importante es vivir como hermanos de la casa de Dios.

Tú, tu familia y tu comunidad son familia de Dios, somos suyos, participando así de su herencia y ésta siempre será un don, un regalo. Lo más bello de una herencia no solo es lo que se recibe sino el amor de donde proviene.

 

¿Cuál es la Herencia?

La herencia que recibimos es "LA VIDA ETERNA": La misma vida de Dios que nos permite realizarnos como humanos en la historia y para la gloria de Dios. Una vida que se experimenta ya desde aquí en la generosidad y la entrega al servicio de la familia y de la comunidad de hermanos.           

La herencia del "Reino":La experiencia novedosa del señorío de Dios que nos conduce a una vida llena de felicidad, en la libertad y en el servicio a todos nuestros hermanos. Mt 25,34; ICor 6,9-10; Ef 5,5; ICor 15,50; Stg 2,5.

La herencia es también las "PROMESAS DE DIOS": Para educar a sus hijos acude frecuentemente a las promesas; ellas mantienen viva la tensión y el esfuerzo y se vuelven un reto para alcanzar. Las promesas de Dios están en todas las Sagradas Escrituras y los creyentes en la fe con su perseverancia, se hacen capaces de heredar las promesas del Señor. Heb.6-1                                                                                                                               

La herencia es "LA BENDICIÓN": es el conjunto de deseos y sueños de Dios con nosotros, con estos, busca nuestra plena realización. Esa bendición se ve en una vida de fraternidad, de misericordia, de humildad, generosidad, de transparencia y de valentía.

La herencia es "LA GLORIA": Es decir la realidad misma en que habita Dios, la plena posesión de la felicidad en el amor. Ef1,18. Con una herencia como ésta ¿No debería ser distinta nuestra vida? Pero en la práctica la "dilapidamos" y preferimos descender hasta el nivel más bajo en lugar de servir al único Padre.

"HIJOS Y HEREDEROS, NO ESCLAVOS": El Padre nos hace sus hijos por la sangre de su Hijo, nos hace posesión suya, y nos concede, al mismo tiempo, el don del Espíritu para que nos conduzca siempre y nos ayude a vivir como hijos; como hijos de Dios somos herederos y coherederos de Cristo, si compartimos sus sufrimientos para ser también "con El glorificados", Rm 8, 14-17; Gal 4,6-7

La herencia es "LA SALVACIÓN": La salvación no se conquista sino se recibe siempre como regalo del amor gratuito del Padre. Tu salvación es lo más importante  para Dios y debería ser lo más importante para ti, por esto  mandó a su Hijo único al mundo, para darte la salvación. Ya eres salvo, tú y tu familia están ya salvados. Sólo tienen que apropiarse de ella.

Una cosa debemos hacer y es estar constantemente rompiendo cadenas de las múltiples esclavitudes y ofertas del mundo con la fuerza del Espíritu y retomando el servicio gozoso y libre al Señor en la entrega a los hermanos.

Los hijos participan de una misma herencia precisamente porque son hermanos en la fraternidad y en el amor.

Tú mujer, tú hombre, tú hijo(a), habiendo ya recibido la herencia de Dios, estás comprometido(a) con El a dar esta herencia a tu familia y a tu comunidad, poniéndote a su servicio, siguiendo el ejemplo de Jesús cuando dice:   "Yo he venido a servir y no a que me sirvan" y el lugar en donde debemos comenzar a servir es la familia.

 

Taller

En pequeños grupos compartir:

  1. Como familia ¿somos consientes  de que somos familia de Dios?
  2. ¿Somos consientes de la herencia que el Padre nos tiene reservada?