FUNDACION HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO

MINISTERIO DE PREDICACION - GUIA DE PREDICACION

Agosto 20 / 2014

¿SOY VERDADERAMENTE LIBRE?

(Eclesiástico 15, 14-18)

OBJETIVO:

Concientizar a la Asamblea de que la libertad  es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y en la bondad. Que la libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios.

INTRODUCCION:

Dios ha creado al hombre racional, dándole la dignidad de una persona dotada de iniciativa y del dominio de sus actos, dándole libertad para que tome sus propias decisiones, para que sea responsable de sus actos y busque a su creador sin coacciones y adhiriéndose a Él llegue libremente a la plena y feliz perfección. 

DESARROLLO (Eclesiástico 15, 14-18)

¿Qué es la Libertad? : Es el poder radicado en la razón y en la voluntad de obrar o de no obrar y de ejecutar así, por sí mismo, acciones deliberadas. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, el Supremo Bien.

Desde el principio de la creación del hombre,  Dios lo dejó en manos de su propia conciencia, le dio la libertad para observar Sus mandamientos, para ser fiel, para que elija lo que prefiera, entre el bien y el mal y por lo tanto de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos, se convierte en fuente de alabanza o de reproche, de mérito o demérito.

En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el Servicio del Bien y de la Justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado (Rm.6, 17).

La libertad  se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana creada a imagen de Dios,  tiene el Derecho Natural de ser reconocida como un ser libre y Responsable. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa.

LIBERTAD Y PECADO: la libertad del hombre es finita y falible, de hecho el hombre erró; libremente pecó, y al rechazar el proyecto del amor de Dios, se engañó a sí mismo y se hizo esclavo del pecado.

Al apartarse de la ley moral el hombre atenta contra su propia libertad, se encadena a sí mismo, rompe la fraternidad con sus semejantes y se revela contra la verdad Divina.

“Para ser libres nos libertó Cristo” (Gal.5, 1). En EL participamos de “la verdad que nos hace libres” (Jn8, 32). El Espíritu Santo nos ha sido dado y, como enseña el apóstol, “donde está el Espíritu allí está la libertad. (2 Cor.3, 17). Ya desde ahora nos gloriamos de la “libertad de los hijos de Dios” (Rm.8, 21).

El Espíritu Santo nos educa en la libertad espiritual para hacer de nosotros colaboradores libres de su obra en la Iglesia y en el mundo.         

CONCLUSIONES:   

-       DIOS quiso dejar al hombre en manos de su propia decisión, dándole libertad para que elija lo que prefiera, entre el bien y el mal y para que sea responsable de sus actos.

-       La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a DIOS, el Supremo Bien.

-       No hay verdadera libertad sino en el Servicio del Bien y de la Justicia.

TALLER:

-       ¿Crees que gozas de una verdadera libertad?

-       ¿En qué consiste la libertad del ser humano?

 

BIBLIOGRAFIA:

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÒLICA  Nº 1730 al 1748
BIBLIA DE JERUSALEN
BIBLIA LATINOAMERICANA
BIBLIA DE ESTUDIO DIOS HABLA HOY