Comunidad Hombres y Mujeres de Futuro
Guía de Predicación

Agosto 22 – 2018

Somos creados a Imagen de Dios.

Gn 1,26-27; Col 3,1-10

Objetivo

Comprender que ser imagen y semejanza de Dios, subraya el hecho de que al estar dotado de inteligencia y voluntad, el ser humano puede entrar activamente en relación con Dios para permanecer en comunión con Él. Hemos sido creados con la capacidad de amor de Dios; ningún otro ser creado posee tal don.

 

Introducción

Y dijo Dios hagamos al ser humano a nuestra imagen como semejanza. Creó pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó” (Gn 1, 27)

La tradición católica interpreta en este “Hagamos”, la plenitud de Dios Trinidad que, por amor, decide hacer la persona humana a su imagen. Esto significa “capaz de conocer y amar al creador. Señor de todas las creaturas terrenas para regirlas y servirse de ellas glorificando a Dios.

El sexto día indicaba la cumbre de la obra creadora de Dios; antes de que Él iniciase el séptimo día, el reposo de su trabajo. Con este reposo, “Sabbat”, señal de que en el hombre la creación había alcanzado su cumplimiento y que Dios es Señor de su creación. Pero esta no consiste en algo perpetuo ni está concluida de una vez y para siempre, como si Dios se retirase del mundo dejándolo andar por su propio camino. El mundo permanece total y permanentemente en dependencia del poder divino. Todo se mantiene y se realiza en el “reposo”, Él sostiene todo con el poder de su Palabra. Como ha dicho Jesús: “Mi Padre trabaja hasta ahora, y Yo también trabajo”. (Jn 5,17).

Observemos que la obra culmen de Dios es el hombre y la mujer y todo lo que ha creado lo ha puesto al servicio de ellos, proporcionando todo lo necesario para el bienestar de los seres humanos.  

                

Desarrollo

En el proyecto de Dios la presencia de los dos (hombre y mujer) expresa el cumplimiento y la plenitud de la raza humana. Ningún ser humano existe aisladamente: si no tuviésemos padres no existiríamos, si no nos hubiesen amado, alimentado y enseñado a hablar, no podríamos pensar ni comunicarnos mutuamente. Así desde el principio varón y mujer existen en comunión fecunda orientada al misterio del amor creador de Dios.

Por la desobediencia a Dios el hombre se llenó de pecado y perdió la semejanza con su Creador; desdibujó Su imagen impregnada en él, eligió otros caminos, tomó decisiones contrarias a la voluntad de su Creador.

Pero Dios ama tanto al ser humano que siempre lo quiere rescatar de su pecado y volver a recrearlo. Él conoce la condición humana, “sabe de qué estamos hechos, se acuerda que somos polvo”, por esta razón el amor gratuito con que Dios ama al hombre se reviste siempre de misericordia, piedad, compasión que lleva consigo un constante llamamiento a levantarse, a convertirse a recomenzar el camino del amor y la fidelidad que es una de las características principales que manifiestan lo que es Dios.

En los cantos de oración, de invocación y de acción de gracias el Señor (los salmos), es celebrado, y exaltado su nombre que es misericordia y bondad. Algunos ejemplos: “El perdona todas tus culpas y sana todas tus dolencias. Él rescata tu vida de la fosa y te corona con su bondad y compasión” (Sal 103, 3-4).  “Paciente y misericordioso es el Señor, lento a la ira y rico en clemencia. El Señor es bueno con todos, su ternura se extiende a todas sus criaturas” (sal 145, 8-9).

Si el Antiguo testamento expresa la misericordia divina con multiplicidad de palabras, actitudes y semejanzas, el Nuevo Testamento concentra la manifestación de la misericordia de Dios en la persona y en la obra de Jesucristo: “Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los Profetas. En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo”. (Hb 1, 1-3).

Dice Juan Pablo II: “Cristo confiere a toda la tradición veterotestamentaria de la misericordia divina un significado definitivo. No solamente habla de ella y la explica con semejanzas y parábolas, sino que Él mismo la encarna y la personifica”. Él es “imagen visible del Dios invisible”. Desde el nacimiento hasta la resurrección, es la narración de la misericordia de Dios Trinidad.

 

La nueva vida en Cristo

La palabra griega normalmente traducida como “arrepiéntanse” significa “cambiar de idea o cambiar de corazón”. Jesús invita a los hombres a caminar en una nueva dirección, a cambiar radicalmente su vida en la medida en la cual todo cambio de idea y de corazón debe manifestarse en decisiones concretas.

La carta a los colosenses en su capítulo 3, 1-17 nos hace una clara exhortación sobre lo que nos pasó y nos invita a resucitar con Cristo. Nos llama a ”despojarnos de ese hombre viejo con sus obras, y a revestirnos del hombre nuevo que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su creador”.

El hecho de que hayamos sido creados a imagen de Dios, es decir con su capacidad de amar, nos hace totalmente aptos para amarnos y amar al prójimo, amar como Él nos ama, de tal manera que cuando nos manda en su Palabra a amar al prójimo como Él nos amó, a perdonar, a servir, es porque somos capaces de hacerlo. Otra cosa es que no queramos morir a nosotros mismos, morir al ego que nos domina y entonces nos justificamos para no amar al otro, porque no me cae bien, porque tiene un carácter difícil, porque habló de mí, etc. Lucas en su Evangelio nos dice “¡Si amáis a los que os aman, ¿qué merito tenéis”? (Lc 6,32) La capacidad de morir a sí mismo para orar por mi enemigo, por los que nos persiguen, para amar al que es conflictivo, etc. está en nuestra imagen y semejanza con Dios. Permitámosle al Espíritu Santo que restaure esa preciosa imagen con la que fuimos creados para poder cumplir con fidelidad el proyecto de Dios para nosotros sus hijos.

 

Conclusión

Nuestro creador y Padre nos ama tanto que permanentemente nos busca, nos llama para que dejemos el pecado que borró su imagen en nosotros, nos ha llamado de muchas maneras, hasta que al final de los tiempos envía a su Hijo para que por medio de Él y siguiendo sus enseñanzas, nos revistamos del hombre nuevo y recobremos la imagen del Creador.

 

Taller

  • ¡Cómo te hace sentir el hecho de que has sido creado(a) imagen de Dios?
  • Enumera tres actitudes negativas de las que quisieras despojarte, porque desdibujan la imagen de Dios (Amor, Misericordia) en ti.

 

Bibliografía:

  • Dios, Padre Misericordioso. Colección Documentos Celam No 150.
  • CARRILLO Salvador. El amor de Dios.
  • Biblia de Jerusalén. 1998.