FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
Guía de predicación - Julio 21 al 26 – 2025

 JUBILEO 2025
“Camino de Purificación – Novenario Jubilar”
Cuarto tema

RECONCILIANDO NUESTRO PASADO PARA CONSTRUIR UN FUTURO EN PAZ

“El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás, no sirve para el reino de Dios.” (Lc 9, 62) 

“Ahora dice el Señor a su pueblo: «Ya no recuerdes el ayer, no pienses más en cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y verás que ahora mismo va a aparecer. Voy a abrir un camino en el desierto y ríos en la tierra estéril”. 
(Isaías 43, 18-19)

Objetivo

Comprender la importancia de cerrar ciclos y perdonar para reconciliarse con el pasado y construir un futuro más pleno y saludable.

Un ciclo sin cerrar es una experiencia que, aunque haya quedado en el pasado, sigue dando vueltas en la mente, generando sentimientos de tristeza, rabia, miedo, culpa y añoranza. Afectando el carácter, la autoestima y hasta la seguridad personal, convirtiéndose en un lastre que impide avanzar en la vida con libertad. Cerrar un ciclo incide de manera directa en lo que se hará en el futuro. Es importante aprender a cerrar ciclos para seguir adelante y evitar quedarnos estancados. El cierre de un ciclo puede implicar pérdidas y duelos. Con frecuencia hay resistencia, consciente o inconsciente, a enfrentarlos y cerrarlos.

Existen diferentes tipos de ciclos que se quedan abiertos. Algunos ejemplos te ayudaran a identificarlos: Una relación que se terminó y todavía se añora; Estudios que no se concluyeron o no se pudieron hacer; La pérdida de un trabajo, fracasos económicos; Distanciamiento con familiares o amigos por ofensas, maltratos, abusos, injusticias, infidelidades o rumores; Deudas que no se han pagado o personas que te quedaron debiendo.

Pasos para cerrar ciclo

Leer las citas bíblicas propuestas en el comienzo. Orar y meditar esta Palabra de Dios y pide la guía, la sabiduría y la fuerza del Espíritu Santo.

  1. Elaborar una lista de los ciclos sin cerrar que identificas en tu vida. Al frente de cada uno, escribe si aún puedes hacer algo para cerrarlo.
  2. Reparar: Si es posible, hablar con las personas para aclarar las cosas, pagar las deudas, pedir perdón, perdonar, retomar el proyecto.
  3. Si físicamente no se puede hacer nada, dar el paso de aceptar la realidad. Invocar de nuevo la acción del Espíritu Santo. Tomar cada uno de los puntos de la lista y según sea el caso, expresa en oración tu arrepentimiento, pide perdón a Dios, entrégale los sentimientos de rabia, tristeza, miedo y culpa.
  4. Repasar cada uno de temas y aceptar que es algo que ya pasó, que no se puede cambiar, luego pronunciar con fe, con seguridad y convicción la siguiente frase sanadora: “Me dolió, pero ya pasó”. Por ejemplo:

·         Perdí un buen trabajo, me dolió, pero ya pasó.

·         Presté un dinero y no me lo pagaron, me dolió, pero ya pasó.

·         Quise ser piloto y la vista no me sirvió, me dolió, pero ya pasó.

Conclusión

Aprender a cerrar ciclos y perdonar no es olvidar, sino dejar ir, es un proceso de liberación que nos permite sanar, seguir creciendo y avanzar hacia un futuro más pleno y saludable emocional y espiritualmente.

Orar dando gracias por los ciclos que se podrán cerrar.