Apuntes para el Camino
Bogotá, abril 12, 2017
Querido hermano, querida hermana:
¡El futuro de nuestra patria está en tus manos, en mis manos, en nuestras manos!
Dios nos ha llamado a llevar su mensaje de amor, de paz, de justicia y de reconciliación a todas las gentes, y es lo que hemos ido haciendo a través de estos primeros 20 años de vida.
Pero urge que nos revistamos de un nuevo ardor; no seguir llevando el mensaje de la misma manera como lo hemos hecho tantas veces, sino impregnarlo de un sentido renovado acorde con los tiempos que vivimos. Es fundamental
Con este nombre, “Apuntes para el camino”, quiero iniciar un compartir de experiencias, ideas y comentarios, sobre los temas que vamos encontrando en nuestro diario caminar. Pero, ¿cuál camino? ¿caminar hacia dónde?
Durante la mayor parte de mi vida respondí a las propuestas del mundo en el cual me ha correspondido vivir: adquirir conocimientos, trabajar para ganar la mayor cantidad de dinero posible, tener reconocimiento profesional y personal, buscar la felicidad representada en viajes, buena ropa, vehículo, diversiones varias, tener una familia -esposa e hijos- y otras cosas por el estilo. Aclaro, nada de esto es malo por sí mismo, y si lo puedes tener, magnífico. Y cada vez que alcanzaba alguna de estas metas parciales, pues buscaba cuál sería la siguiente. Pero en todo esto no hallaba la plenitud de mi ser.
Nací en un hogar que no se preocupaba mayormente de la vida espiritual. Me educaron en colegios católicos, que eran los que se encontraban usualmente, así que hice la primera comunión y me confirmaron allí. Digamos que mi vida espiritual creció un poco silvestre, alimentada apenas por lo que iba recibiendo obligatoriamente en las clases de religión y en la misa de los viernes en el colegio. No iba a misa los domingos, porque en mi casa no era costumbre hacerlo. Era un católico más del montón, que ni siquiera practicaba los sacramentos y mucho menos acostumbraba a orar.
Pero poco a poco, muy lentamente, me vi involucrado en temas trascendentes que fueron llenando esa necesidad vital. ¿Qué pasará cuando me muera? ¿Allí acaba todo? ¿Eso es todo lo que hay aquí para mí? Y comenzó a aparecer en mi vida Jesucristo, como aquel ser especialísimo que decía cosas que tenían la capacidad de satisfacer mis inquietudes y expectativas, aun cuando me cuestionaba a cada paso y había muchas cosas que no entendía. Entonces comencé a caminar de la mano de sus propuestas, en un viaje que le ha dado un sentido profundo a mi vida y que culminará cuando se me acabe el aliento, y mi quehacer y la misericordia de Dios decidan mi destino final.
Es sobre este camino (Juan 14: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”) que compartiré contigo, si me lo permites.
Hasta pronto.
Germán Salgar Vargas
Bogotá, Colombia
Bogotá, febrero 1 de 2019
Muchas veces andamos por la vida haciendo siempre lo mismo, y no nos detenemos a meditar sobre la posibilidad de dar un salto hacia adelante. Pues hoy te quiero contar que nos ha sido prometido un cielo nuevo y una tierra nueva: "Mira que hago nuevas todas las cosas". (Ap.21, 5)
Por lo anterior es que nos debemos llenar de alegría y esperanza y aprovechar este nuevo día, este nuevo año, para sensibilizar nuestro espíritu de frente a Dios y descubrir, entender, aceptar y poner en práctica los nuevos caminos, las nuevas formas, los nuevos lenguajes, las nuevas actitudes que nos llevarán a cambiar nuestro estilo de vida para llegar a remansos de paz, amor, fe, esperanza y alegría. El mundo seguirá igual, pero tú ya lo verás con otra mirada y podrás manejar con mayor paz y decisión sus circunstancias.
No son procesos automáticos (si quieres lograr algo, algo te costará -en este caso no es dinero sino disponibilidad, tiempo y decisión), pero te invito a que te des la oportunidad de otear las nuevas formas de crecimiento interior que te propone Jesucristo. Comienza por descubrir lo que te dice en los capítulos 5, 6 y 7 del evangelio de San Mateo y me cuentas.
Que tengas un alegre y bendecido año de 2.019
Germán Salgar Vargas
Bogotá, Colombia
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Reacciones
Feb. 7. Muchas gracias por la invitación, tan pronto realice a lectura estaré dando mis comentarios. Dios los bendiga. Nancy Hurtado.
Feb. 7. Mil gracias por estas enseñanzas... Maria Garcia
Feb. 2. Esa es nuestra misión si queremos ser coherentes en nuestra vida cristiana. Gracias gracias gracias. Padre Alvaro Hernández
Feb. 2. Mil Gracias por sus deseos. Excelente jornada!!!. Elizabeth Pérez
Feb. 2. Bendito y alabado el señor por tu mensaje Germán. Gracias y bendiciones. Miguel Angel Díaz
Feb. 2. Buenos días, que lindo mensaje mil gracias. Cordialmente, Sandra Saldaña
Feb. 2. Muchas gracias!!! En este momento estoy pasando por una situación de salud muy dificil y este mensaje de repente llegó y esas palabras son como una respuesta de Dios para mi. Dios los bendiga, mil y mil gracias. Diana Marcela Amézquita.
Feb. 4. Muchas gracias. Alba Mateus.
Feb. 4. Les cuento que escucho la Emisora (Minuto de Dios) hace 9 años y a través de ella me encanta y admiro su programa de Familia en Sintonía los sábados a las 6:a.m. He aprendido mucho a través de Su Comunidad ... Gracias por este mensaje tan hermoso porque todos los días deben ser un nuevo día y debemos disfrutarlo como si fuera el último: porque debemos estar sujetos a la voluntad de DIOS en todo, en gracia de DIOS siempre; pues, no sabemos cuando nos toca viajar a la casa del Padre Celestial. Mil Bendiciones y abrazos. Liliana Gómez Dueñas y familia.