FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
MINISTERIO DE EVANGELIZADORES - GUIA DE PREDICACIÓN
Julio 2 / 2014
El Gozo de mi Salvación
Efesios cap 1,1-14
Objetivo
Abrir el corazón a Dios reconociendo nuestros pecados, flaquezas y que vivimos como muertos en vida sin ningún horizonte.
Reconocer también la necesidad de ser perdonados y sentirnos redimidos por El. Jesús se entregó en la cruz para salvación del mundo, con su sangre limpió nuestro pecado y nos hizo libres sellándonos con su Espíritu Santo, para gozar de la salvación, de su gracia y recibir el gozo eterno.
Introducción
El gozo es lo que el hombre anhela, y lo que busca (aunque lo busca en donde no está, en las cosas que no edifican). Al haberse introducido el pecado, y habiendo quedado el hombre apartado de Dios, su idea de gozo es llegar a ser tan feliz como pueda sin Dios. No obstante, el verdadero gozo, lo encuentra cuando halla a Dios a través de una experiencia, encuentro con el Espíritu Santo.
Desarrollo
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El gozo del señor es el resultado de volverse a Dios (ef,1-3)
Por medio de Jesucristo que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales y celestiales desde antes de la creación del mundo, para que fuésemos santos e irreprochables, y que la gracia resplandeciera.
Pero cuando reconocemos nuestro pecado y nos arrepentimos de todo corazón, le pedimos a Dios que por medio del Espíritu Santo nos limpie, lave y renueve, vuelve el gozo de la salvación, la gracia que se habían perdido.
Solamente en ese encuentro con Él, experimentamos el gozo de la salvación.
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El gozo del señor es nuestra fortaleza Is. 40,31 y 41,1
Dios no sólo quiere que estemos en paz con Él, si no que tenemos que renovarnos como las águilas, para que el gozo sea eterno, experimentemos el gozo que el Espíritu Santo produce por su presencia en nosotros, como creyentes.
Ese gozo del Señor es nuestra verdadera fortaleza. El gozo verdadero, es la misma presencia del Espíritu Santo, en el espíritu y en el corazón del creyente.
Leemos en Nehemías 8: 10 ‘...el gozo del Señor es vuestra fortaleza’.
3- No nos dejémonos amedrentar
El gozo del Señor ha de ser manifiesto. El cristiano, ante la presencia del Señor, no puede quedarse impasible, ni se debe dejar amedrentar por los demás que no entienden ese gozo, porque no conocen a Dios.
La oposición
Siempre habrá oposición por parte del enemigo mientras estemos en la obra de Dios en mayor o menor grado. Esto no nos ha de sorprender. Dice la Palabra:
(1 Cor 15: 58) Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
4- El gozo va de la mano con la fortaleza
Gozo y fortaleza de Dios, son dos conceptos que van de la mano; no pueden alejarse el uno del otro.
Dios quiere que estemos gozosos y fortalecidos en El. Esto no ha de confundirse con la alegría del alma, (entendiendo por alma la mente, la psiquis humana) siendo ésta una sensación o emoción pasajera y motivada por las circunstancias.
El gozo del Señor no es una emoción (que viene y va), es el resultado de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Esto hace que podamos tener la fortaleza del Señor en nuestras vidas, aun en las circunstancias más difíciles.
No se puede tener el verdadero gozo del Espíritu sin experimentar su fortaleza
Taller
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¿Crees que vives en el verdadero gozo de tu salvación?
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Si tu respuesta es no, ¿Qué pasos vas a dar para recuperar el gozo de la salvación?
Bibliografía:
Biblia de Jerusalén, Catecismo de la Iglesia Católica, Catholic Net –Reflexión del Papa Francisco