FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
Guía de predicación octubre 13 al 18 - 2025
“SÉ RESPONSABLE CON LO QUE DIOS TE HA DADO”
(PARABOLA DE LOS TALENTOS)
Mt. 25, 14-30
Objetivo
Reflexionar acerca de lo que Dios me ha dado (dones, carismas, talentos) para que sepamos vivir con responsabilidad, audacia y creatividad, con una conciencia hacia la plenitud eterna.
Introducción
Nos encontramos en el capítulo 25 de San Mateo, donde se narran tres parábolas: las diez vírgenes (Mateo 25,1-13), la de los talentos (Mateo 25,14-30), y la del juicio final (Mateo 25,31-46), las cuales nos invitan a estar preparados y a la responsabilidad que tenemos con los dones recibidos y el servicio al prójimo. Las tres nos llevan a tener actos de fe, sabiduría y justicia como respuesta al amor de Dios y al encuentro definitivo con el Señor.
Veamos qué nos enseña la Parábola de los Talentos:
Enseñanza
Para comenzar es importante tener claro los “equívocos” al interpretar esta parábola, ya que algunos la han tomado para exaltar la productividad o ganancia que se obtiene al multiplicar los talentos, desde el punto de vista económico, o también la han tomado como un himno al mérito (la recompensa obtenida) y en los ambientes espirituales se ha dicho que entre más activismo tenga un servidor o más cosas haga, más recompensa recibirá.
Realmente esta parábola nos cuestiona acerca de la forma como estamos aprovechando lo que Dios nos ha dado, sabiendo que Él nos pedirá cuentas al final de nuestra vida.
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El señor que se ausenta y entrega todo lo que tiene a sus siervos.
Jesús dice que el Reino de Dios se parece a un hombre que distribuyó su fortuna (talentos) entre tres siervos de forma justa y según sus capacidades. A cada uno le entregó un número determinado de talentos; luego, cuando volvió los llamó a rendir cuentas de lo que les había confiado.
El talento es una unidad de dinero equivalente a un lingote de plata cuyo peso es de 30 a 40 kg., que equivalen a 6 denarios, lo cual es mucho dinero. Esto nos señala que el hombre tenía una fortuna muy grande representada en ocho lingotes que entregó a sus siervos.
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Los tres son llamados a rendir cuentas.
A los dos primeros los llamo “siervos fieles”, porque tuvieron fe y confianza en el Señor y respondieron al don que él les había confiado, por eso recibieron más crecimiento como respuesta a su fidelidad con Dios.
Al tercero lo llamo” siervo malo y perezoso”, como consecuencia de la pésima imagen que tiene de su patrón y de la incapacidad de abrir horizontes, de desafiar los obstáculos y de ser más audaz, creativo y responsable para enfrentar la vida en medio de las dificultades que se presentan.
Conclusión
El siervo fiel y creyente es el que sabe responder a la confianza y a todo lo que Dios le ha dado, para asumir la vida de forma responsable, con fe y amor a Dios.
Así, el Señor nos educa para que vivamos el presente con audacia, creatividad, inteligencia y responsabilidad, usando y multiplicando los dones, habilidades y recursos que Dios nos ha dado, en lugar de enterrarlos por miedo o pereza. Esto cual implica ponerlos al servicio de los demás para hacer crecer el Reino de Dios con una conciencia clara de la vida eterna que nos espera.
Taller
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Si Dios nos ha dado todo para que vivamos bien ¿por qué nos quejamos tanto?
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Después de haber entendido esta parábola, ¿qué estamos dispuestos a hacer para poner a producir los talentos, dones, cualidades que Dios nos ha dado?
Textos de apoyo
Hebreos 13, 21; Santiago 1, 17ª; Romanos 12, 6-8; Lucas 19, 11-27