FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
GUÍA DE PREDICACIÓN –
Mayo 5 al 10 - 2025

CORAZÓN PURO, CONCIENCIA CLARA

9° Mandamiento de la Ley de Dios

No desearás la mujer de tu prójimo

Ex.20,17; Mt. 5,28

Objetivo

Reflexionar cómo el noveno mandamiento de la ley de Dios tiene su base en el amor por el prójimo, “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lev.19,18) su base bíblica nos enfoca en la importancia de tratar a los demás con respeto, compasión y amor.

Introducción

“No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo” El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Ex 20, 17; Mt.5,28). El querer de Dios para sus hijos es que vivan bien, haya respeto por la persona y por todo lo que a ella le corresponde o tiene.  De ahí la importancia de establecer el decálogo de los mandamientos, dados a Moisés por Dios en el Monte Sinaí para que los diera a conocer a su pueblo elegido, quienes guiados por estas leyes caminaran seguros hasta llegar a la tierra prometida.

Desarrollo

¿Qué se entiende por codicia?

Se conocen tres formas de codicia o concupiscencia, según San Juan 2,16:

1)    Concupiscencia de la carne

2)    Concupiscencia de los ojos

3)    Concupiscencia de soberbia de la vida

El apóstol san Pablo la identifica con la lucha que la carne sostiene contra el espíritu (Gal 5, 16.17.24; Ef 2, 3). Procede de la desobediencia del primer pecado (Gn 3, 11). Desordena las facultades morales del hombre y, sin ser una falta en sí misma, le inclina a cometer pecado.

El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón (Mt 5, 28).

CIC No. 2516: En el hombre, porque es un ser compuesto de espíritu y cuerpo, existe cierta tensión, y se desarrolla una lucha de tendencias entre el espíritu y la carne. Pero, en realidad, esta lucha pertenece a la herencia del pecado. Es una consecuencia de él, y, al mismo tiempo, confirma su existencia. Forma parte de la experiencia cotidiana del combate espiritual.

El Apóstol Pablo dice que necesitamos la acción salvífica del Espíritu Santo: “Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu” (Ga 5, 25)

Mantener el corazón puro

Así también ustedes deberían considerarse muertos al poder del pecado y vivos para Dios por medio de Cristo Jesús. No permitan que el pecado controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos”. (Rm.6,11-12) Esta es una de las tantas recomendaciones que San Pablo nos hace para permanecer con un corazón puro.

La sexta Bienaventuranza trae una gran promesa: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. (Mt.5,8) Ser limpio de corazón es rendir la voluntad humana con todas sus potestades a la voluntad de Dios.

Conclusión

Nosotros los seguidores de Cristo sabemos que ante toda debilidad por fuerte que sea, está el poder y la gracia del Espíritu Santo dispuesta para todos los que anhelamos ver cuando corresponda, el rostro de Jesucristo. “Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Co. 7,1)

TALLER

  • ¿Cómo interpretas la pureza de corazón?
  • ¿Alguna vez codiciaste el bien ajeno, lo superaste? y si aún no lo superas, ¿qué decisión tomarás? 

TEXTOS DE APOYO

CIC No. 2516 - Biblia Jerusalén Ex.20,17; Mt. 5,28; Gal 5, 16.17.24; Ef 2, 3; Rm.6,11-12; Mt.5,8; 2 Co. 7,1