¿Qué clase de joven quieres ser?

Encuentro de Jóvenes de Futuro, junio 2012
Por: Amanda León.


Chinauta, junio 7 y 8, 2012.- El Documento de Aparecida en el numeral 443 nos dice: …Los jóvenes son sensibles a descubrir su vocación a ser amigos y discípulos de Cristo. Están llamados a ser “centinelas del mañana”…

Esta frase motivó a los servidores de la comunidad a comprometerme con más ahinco con la evangelización de los jóvenes.

En el análisis de la problemática que el joven de hoy enfrenta, se percibe que sufren con la búsqueda de su propia identidad;

en algunos casos carecen de afecto por parte de sus padres, y en otros viven en el mundo del inmediatismo que los hace vulnerables a muchos ataques que los conducen a las drogas, el cambio de género, las sectas y hasta el suicidio.

Ante esta realidad, el pasado mes de Junio se realizó el Encuentro para Jóvenes de dos días, espacio en el cual los jóvenes encontrarían herramientas que les permitieran descubrir su propia identidad, y a través de la Sanación Interior descubrieran el inmenso amor que Dios les tiene.

El lema fue: ¿Qué clase de joven quieres ser?

Efectivamente, los 65 participantes en este encuentro experimentaron el amor del Padre durante las actividades realizadas. En el mover del Espíritu Santo estos jóvenes descubrieron lo valiosos que son y el gran desafío que tienen consigo mismos, con sus familias, la sociedad y la iglesia, de ser jóvenes que marquen la diferencia.

Los jóvenes que estuvieron orando, reflexionando, danzando, participando de forma creativa en las distintas actividades, tuvieron la oportunidad de ser escuchados y salieron con el firme propósito de “levantarse” en el nombre de Jesús para seguir adelante con sus vidas.

Igualmente, sus familias los esperaban ansiosamente en la Sede Principal. Hubo abrazos, lágrimas, sonrisas, testimonios de perdón y reconciliación y enorme agradecimiento a Dios que hace grandes maravillas en los corazones que se disponen a su obrar.

El equipo que coordinó la actividad terminó su servicio dando infinitas gracias al Señor por la oportunidad de ser obreros de su mies.