Inténtalo Hoy, 1era. parte

Por  Manuel Tenjo C., Mg-Teol., profesor de Ciencias Bíblicas de UNIMINUTO
 
N.R. Tenemos el gusto de presentar la primera parte de un artículo motivador, escrito por el teólogo Manuel Tenjo,  que aunque dirigido a servidores y líderes, lleva a la reflexión e impregna de ánimo a quienes por diferentes circunstancias sienten que han perdido las fuerzas. Esperen la segunda parte en nuestro próximo boletín.
 
Manuel Tenjo, TeólogoJesús es el hombre que nació en Nazaret con más sentido de la realidad, la superación y el ánimo de seguir la marcha hacia delante. En toda la historia de la humanidad el único que ha partido el telón de la historia en dos partes ha sido Jesucristo.
 
Dice a sus discípulos "cada día tiene su afán", así que el pasado es inmodificable y pertenece a los muertos: "deja que los muertos entierren a sus muertos"; el futuro nunca llega, así que "para que te preocupas por qué comerás o qué vestirás".  No se trata de ser alienado, inmediatista o sin proyecciones. Se trata de tener hoy lo que corresponde a este día. Si has realizado una buena labor, tendrás buenos recuerdos y tus proyectos tendrán buenos resultados.
 
Por tal motivo, los planes que tienes, empiézalos hoy, prepáralos desde hoy y busca lo que alcances a realizar hoy.
 
¿Deseas manifestar amor, ternura, arrepentimiento, reconciliación?    ¡Qué  estás esperando!  ¡Inténtalo hoy!  El amor está siempre presente, se siembra hoy y se manifiesta ahora mismo. Posponer el amor tierno es alargar el dolor del arrepentimiento y la reconciliación, aumentar las enfermedades psicosomáticas y perder la esperanza de una vida nueva con aires y olores agradables.
 
"Ya no pienses en el ayer, no mires más el pasado. Mira que hago cosas nuevas para ti..." es lo que nos dice Dios en Isaías 43,18-19.  El pasado déjalo sepultado, el futuro se hace presente en acciones. Aprovecha tu último día de vida: hoy. 
 
Sal de tu metro cuadrado, sal de tu mente que dice: "no puedo", sal de tu aniquilamiento, abre tus ojos, ten una mirada nueva, abre tu mente, ten pensamientos mejores, novedosos, positivos. Eleva tu oración a Dios y dile: "quiero nacer de nuevo".  De pronto escuchas la voz amorosa de Jesucristo que te dice: "tus pecados te son perdonados, levántate y anda" (Mt 9,5).
 
Servidores y líderes que construyen sus vidas y las de quienes los acompañan sobre Jesucristo, se convierten en audaces y victoriosos seres humanos que descubren la belleza de la crisis y la muerte, porque saben que después viene la gloriosa resurrección y el éxito.