FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO

MINISTERIO DE EVANGELIZACION - GUIA DE PREDICACION

Noviembre 6 - 2013

PERMANECER PARA DAR FRUTO

(Jn.15, 1-9)

Objetivo:

Permanecer unidos a la vid verdadera nos hace portadores potenciales de semillas de fe que, esparcidas en el corazón de todo cristiano darán fruto abundante, cumpliendo así la misión para la cual fuimos llamados.

Introducción:

Jesús a través de este discurso de despedida, nos invita a seguir firmes en medio del mundo para descubrir  elmisteriode laviña. Ella es el símbolo y la figura, no sólo del Pueblo de Dios, sino de Jesúsmismo. Él es la vid y nosotros, sus discípulos, somos los sarmientos; Él es la «vid verdadera» a la que los sarmientos están vitalmente unidos (Jn. 15, 1 ss.)

Desarrollo:

Aquí lo importante es cómo respondemos al llamado de Jesús a permanecer unidos  a El que  la Vid:

  1. “Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador, permaneced en mí, como yo en vosotros (vv 1 y 4): Es la más clara definición de  comunión  que vincula en unidad a los discípulos y al Señor, igualmente con los bautizados que ya no se pertenecen. Los cristianos se unen al Padre al unirse al Hijo en el vínculo amoroso del Espíritu.
     
  2. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos: ElConcilio Vaticano II, y ya Pío XII exhortaba a que los fieles tomaran conciencia, cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser Iglesia. Los creyentes no solo son trabajadores de la viña sino que son la misma viña –pueblo de Dios, con identidad propia.

    Por el Bautismo todo creyente, podrá llegar a conocer la radical novedad cristiana, ya que el Bautismo nos participes de la vida de hijos de Dios; nos une a Jesucristo y a su Cuerpo que es la Iglesia; nos unge en el Espíritu Santo constituyéndonos en templos espirituales. Hijos en el Hijo. Por el Santo Bautismo somos hechos hijos de Dios en su Unigénito Hijo, Cristo Jesús. La obra del Espíritu Santo es constituir a todo los bautizados en hijos de Dios y a su vez hacerlos miembros del cuerpo de Cristo.
     
  3. Sarmientos de la misma y UNICA Vid: «La Iglesia es en Cristo como un sacramento,  es decir, signo e instrumento de la íntima unión del hombre con Dios y de la unidad de todo el género humano». La Comunión eclesial es un don; un gran don del Espíritu Santo, que los fieles laicos están llamados a acoger con gratitud y al mismo tiempo, a vivir con gran sentido de responsabilidad. En esta intima comunión es donde se da la acción purificadora.

    La Palabra de Jesús acogida con fe purifica a los creyentes, es una fuerza transformadora que hace posible iniciar el camino del discipulado, creer en Jesús y ser su testigo y portador de su fe, amor y esperanza.
     
  4. Mandato: Dar mucho fruto: Sólo permaneciendo en Jesucristo por la acción del Espíritu Santo se puede vivir una fe firme y verdadera capaz de producir en el otro una auténtica libertad y adhesión a Cristo Jesús. No sólo el discípulo permanece en Jesús, sino que Jesús permanece en el discípulo, esto en función de la calidad, abundancia y permanencia del fruto que debe dar.  Recuerda, la semilla ya ha sido dada, ahora tu trabajo es esparcirla para obtener una gran cosecha, frutos abundantes, que permanezcan y que sean de gran calidad para la gloria del Señor.

    El Espíritu Santo da la fuerza para esperar con paciencia hasta que se cumpla la voluntad de de Dios. (Heb.10, 36-39)

 

Taller

  1. ¿Qué significa la permanecer unido a la vid verdadera?
  2. ¿Qué nutrientes se reciben al permanecer unidos a la Vid?
  3. ¿Cuál es tu compromiso para dar abundante fruto?

 

Bibliografía:

(Juan Pablo II, Exh. Ap. Post-Sinodal Christifideles laici; Nos. 57 al 64. 1989)

Nueva Biblia de Jerusalén.