FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO MINUTO DE DIOS

MINISTERIO DE MAESTROS - GUÍA DE PREDICACIÓN

Septiembre 3 / 2014

¿PARA QUÉ HEMOS SIDO LLAMADOS?

 

Objetivo:

Reconocer que hemos sido llamados para amar (Jn 3,16) porque Él nos amó primero, y que somos invitados a establecer una relación estrecha con Jesús que es el camino la verdad y la vida y así poder hacer vida el mandamiento nuevo. (Jn 13,34 )

Por ese amor que Él nos tiene nos ha llamado con nombre propio a seguirlo y a estar con Él.

Introducción:

El seguir a Jesús nos exige una decisión clara por Él y su Evangelio. Este llamado que Él nos hace conlleva una gran novedad: los maestros de la ley proponían a sus discípulos la adhesión a la ley de Moisés, mientras que la invitación de Jesús es encontrarnos con Él y a vincularnos estrechamente con Él, porque solo Él es el manantial de vida; fuera de Él lo único posible es la muerte.

Desarrollo:

Jesús fija su mirada y nos llama con nombre propio. (Lc 5,27)

Nos invita a seguirlo y nos hace una propuesta, nos capacita para servir. (Os haré llegar a ser  pescadores de hombres) (Mc 1,17)

El seguimiento a Jesús nos exige dejar la vida que llevamos y aceptar el estilo de vida que Él nos ofrece. (El amor)

La decisión de seguirlo debe ser libre, conciente y clara.

Dependemos de Él para dar buen fruto.

Jesús nos llama sus amigos: Los amigos se conocen entre ellos y a su familia y hay confianza,

Ya no somos siervos: El siervo no sabe lo que hace el amo y no entra en la casa de su amo.

La parte central de este llamado es aceptar su mandamiento del amor porque por eso reconocerán que somos sus seguidores, sus discípulos. (Jn 13,35). Este testimonio de caridad y de vida fraterna, será el distintivo de cada cristiano; es sin más el anuncio que nos da identidad.

La respuesta a su llamado nos exige entrar en la dinámica del buen samaritano, sirviendo a todos sin excluir a nadie, amando al enemigo, acercándonos y haciendo todo lo que podemos hacer por el prójimo sin ningún miramiento.

Conclusión.

Somos elegidos por Dios, vinculados a Jesucristo para estar con él que nos forma y nos capacita en el mandamiento del amor. Si nos dejamos amar por Él, amaremos al prójimo como Él nos ama, así todos reconocerán que somos de Cristo y que nos ha enviado a amar y a servir y así construir un mundo mejor.