FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
GUÍA DE PREDICACIÓN

Agosto 16 - 2017

 Crecer en la Esperanza

(Rm 8, 18-25)

OBJETIVO

Ahondar en la virtud de la esperanza para que los cristianos redescubran el sentido de la vida y sean artífices de la construcción verdadera de la paz, trabajando por el país, la comunidad familiar y la acción transformadora de la sociedad, con la fuerza del Resucitado.

INTRODUCCIÓN

Cuando nos referimos a la esperanza no será una virtud estática, sino que por el contrario es un anhelo de felicidad y de confianza puesta por Dios en corazón de todos los seres humanos. Es la participación de todo un pueblo porque haya un futuro mejor. De esta manera, el horizonte no se cierra, inspira para que todos los hombres y las mujeres confiados en las manos de Dios y en las fuerzas humanas no desfallezcan en el quehacer cotidianos de transformar el mundo donde se habita, preservados de egoísmo, del desaliento para dar lugar al amor. Si en este camino procesual falta Dios, no habría esperanza. Así, que el paso a paso de la vida se realiza en confianza con Dios, en sus promesas y en lo que él puede lograr hacer cuando el hombre le permite libremente obrar, dando sentido a la existencia, mirándola con alegría y esperanza.

CONTENIDO

San Agustín afirmaba: Nos hiciste, Señor para ti y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti. Es decir, que la esperanza proviene de Dios, y de ahí la necesidad constante de pedirla y buscarla a lo largo de la existencia para que se vea en toda relación humana, como posibilidad de construir paz con todos los que nos rodean. Cuatro (4) ideas para avanzar en la comprensión de la virtud de la esperanza buscando crecer y avanzar para transformar.

1.    La esperanza en la Sagrada Escritura

  • Designa siempre un deseo hacia algo mayor
  • Provoca confianza en la protección de Dios y en su bendición (cf. Gén 12, 1ss; Jer 31, 31-34; Ez 16, 59-63)
  • Todo se acaba si la esperanza desvanece (cf. Ez 37, 11)
  • La Buena Nueva de Jesucristo resucitado se convierte en esperanza para toda la humanidad (cf. Mt 5, 1-12)
  • La esperanza vinculada con las promesas de Cristo no defrauda, se convierte en fuente de alegría, seguridad y gloria (cf. Rm 5, 5; 2 Cor 3,12; Heb 3, 6).

2.    Aprender y ejercitar la esperanza

  • Viendo la realidad con los ojos de la fe
  • Mantener un ánimo positivo, frente a la realidad difícil, dolorosa y fatigosa
  • Mantener la mirada en la luz, en las soluciones, dirigidas siempre hacia Dios quien tiene la última palabra.
  • Acoger con sabiduría los lugares para aprender y ejercitar la esperanza. Estos lugares son: La oración, como interrelación entre el hombre y Dios. El actuar y el sufrir, como la posibilidad de esforzarse cotidianamente en la vida, continuando con el deseo de avanzar en medio de la exigencia de la existencia. El Juicio de Dios como perspectiva y criterio para ordenar la vida y practicar la verdadera justicia siempre con la mirada hacia adelante.

3.   Llamados a trabajar por la virtud de la esperanza

  • La esperanza nos ayuda a formalizar los criterios que ordenan la vida del presente en tensión esperanzadora en el amor de Dios
  • Es en la realidad humana donde se vive la oración, las acciones cotidianas con sus alegrías y sufrimientos.
  • La esperanza como virtud hace vibrar la fe en cada una de las personas
  • La esperanza ayuda a valorar fuertemente la dignidad de las personas, teniendo sabiduría ante la vida, la justicia y la esperanza contra toda esperanza
  • Gracias a la esperanza recibida por nuestros padres, abuelos podemos afirmar que Dios nos ama y que sus existencia no será nunca una amenaza para el actuar y el vivir del hombre en el mundo
  • Por la esperanza el ser humano puede estar confiado en un Dios que está cerca, que acompaña, que alienta incesantemente.

4.    Sembremos esperanza en todos los corazones

  • Todo cristiano es un portador de las buenas noticias para la humanidad. No es un profeta de anunciar desventuras
  • Salir a esparcir en el mundo la semilla de la esperanza es la posibilidad de acoger con cariño palabras y acciones nuevas para que germine, crezca y llegue a dar abundante fruto
  • Mantener viva la esperanza es resplandecer en la devoción de la gran familia de Dios, a la que el Padre de la misericordia nunca dejará en la miseria
  • Sembrar esperanza es alimentar la alegría, desarrollando con heroísmo los carismas dados para superar todas las dificultades.
  • Sembrar esperanza es la oportunidad para ser agradecidos
  • Ser discípulos misioneros es tener la certeza y la humildad de corresponder adecuadamente a la virtud de la esperanza.

CONCLUSIONES

El Papa Francisco anima a que todos los colombianos sean sembradores de la esperanza y colaboradores de Dios para sembrarlas en todos los niños, jóvenes, adultos y ancianos. Que al esparcir esta semilla de buena noticia provoquemos los anhelos de vivir en fraternidad, paz y reconciliación.

TALLER

  1. ¿Cómo puedes tu ser un colaborador de Dios para edificación de la comunidad familiar?
  2. ¿Qué compromiso podrías hacer hoy para que la semilla del Evangelio continúe esparciéndose y transformando corazones?
  3. ¿Cuáles son las actitudes que vas a tomar para ser sembradora de esperanza en el mundo que te rodea?

BIBLIOGRAFÍA

  • Biblia de Jerusalén
  • Cartilla de la Conferencia Episcopal de Colombia, Guías para preparar la visita Apostólica del Papa Francisco a Colombia, ed. San pablo- Paulinas, Colombia 2017