Fundación Hombres y Mujeres de Futuro
Guía de Predicación


Mayo 16/ 2018
¿Y Si murieras ahora?
Lc 12,16-21


Objetivo

Tomar conciencia de que no sabemos ni el día ni la hora en que seremos llamados. Hacer un balance entre logros y metas por alcanzar, pero sobre todo sobre lo que debo cambiar para cumplir el plan de Dios para nuestra vida.

Introducción

¿Y si murieras ahora? Hacerse esta pregunta no es muy habitual para nosotros; desde que tomamos conciencia buscamos tener lo mejor para vivir felices. No hemos comprendido que lo terrenal es vano, no dura. Jesús vino a enseñarnos dónde está la mayor riqueza, y no hemos comprendido que todo lo que está sobre la tierra lo puso Dios para compartirlo, en especial con los más necesitados para vivir en unidad, orden, igualdad, justicia y así vivir felices. En la medida que lo aprendamos, practiquemos y enseñemos, estaremos obrando para la vida eterna que es la mayor riqueza.

Vivimos preocupados por lograr lo que el mundo nos propone como éxito, realización o felicidad, es decir: vivir para trabajar en función de tener una carrera, una especialización, casa, carro, finca etc. Pero al escuchar este pasaje bíblico nos damos cuenta de que la voluntad de Dios va por otro lado completamente diferente.

Dice la Palabra de Dios que Él sabe ya lo que necesitamos, por eso hay que buscar primero el Reino de Dios y su justicia, que lo demás se nos dará por añadidura. (Mt 6,31-33)
 

Desarrollo

1-Qué nos enseñan: De niños se aprende por los padres, y la sociedad nos lo refuerza, el tener los mejores juguetes, ropa, el mejor celular, la tv más grande, la mejor casa del barrio, el mejor colegio, y sigue creciendo en nosotros el deseo de tener, y trabajamos duramente para lograrlo, aferrándonos, apegándonos poderosamente a esas cosas que tenemos. Quizá también buscando lo mejor para los hijos, preocupados qué les vamos a dejar, porque no queremos verlos sufrir, que tengan, guarden y amontonen para la vejez.

2-Qué nos enseña Jesús: Con esta parábola en el Evangelio de San Lucas 12,16-21, Jesús nos enseña lo que Él espera de nosotros en cuanto a acumular bienes.

Cabe recordar que las parábolas en la Palabra de Dios son aquellas breves narraciones que encierran una educación moral y religiosa, revelando una verdad espiritual de forma comparativa. No son fábulas, pues en estas no intervienen personajes animales con características humanas, ni alegorías, pues se basan en hechos u observaciones creíbles de la naturaleza, teniendo la mayoría de estos elementos de la vida cotidiana.

Veamos el texto

v.15. Y les dijo: Mirad y guardaos de toda codicia, (avaricia) porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.
*El ser rico para Dios. Quien quiere ser el primero, que sea el último

El rico insensato:

v.16. Les dijo una parábola: los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto.
 *Para repartir.

v.17 y pensaba entre sí, diciendo: ¿Qué haré, pues no tengo dónde reunir mi cosecha?
 *Está el , tener, poseer. No sabía nada de generosidad y responsabilidad hacia los necesitados.

v.18 Y dijo: Voy a hacer esto: Voy demoler mis graneros y edificaré otros más grandes y reuniré todo mi trigo y mis bienes,
*Todo para mí, la buena vida. No somos dueños de nada. Somos simplemente mayordomos de los bienes que Dios nos presta para ser usados en su servicio. Y todos daremos cuenta de nuestra mayordomía.

v.19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.
*Es la seguridad del mundo. Quien sólo busca tener y olvida el ser, pierde todo en la hora de la muerte

v.20 Pero Dios le dijo: ¡Necio! (insensato) Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿Para quién serán?
*Esta pregunta debe confrontarnos.

v.21 Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.
*Unidad, equilibrio, solidaridad, justicia, igualdad. Él tomó una decisión, desde luego, a favor de sí mismo, sin tomar en cuenta la voluntad de Dios y la necesidad de otros. En lugar de dar, ayudar, repartir.

    
3-Qué tengo que hacer:

Guardaos de toda codicia, (avaricia)

Preguntémonos ¿Qué debo cambiar para cumplir el plan de Dios para mi vida? Porque no sabemos el día ni la hora en que seremos llamados a rendir cuentas. ¿Trabajamos por lo que perece únicamente? O realmente estamos buscando el Reino de Dios, sirviendo a los demás, con lo que puedo, con lo que tengo, con lo que soy, sabiendo que el Padre que me creó sabe lo que necesito y me lo dará.


Conclusiones

Jesús cuenta una parábola para ayudar a las personas a reflexionar sobre el sentido de la vida: Pensar en la propia muerte nos puede ayudar a descubrir el verdadero sentido de la vida. Nos hace reflexionar en lo que perece y lo que permanece.


Taller

  • Te has preguntado alguna vez ¿cuál es el verdadero sentido de tu vida?
  • ¿Piensas en tu fin?, ¿anhelas una eternidad bienaventurada?
  • ¿Vives una vida coherente con lo que quieres para el final de esta?


Bibliografía

  • La Biblia de Jerusalén, Diccionario
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