FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
GUÍA DE PREDICACIÓN
Noviembre 21 - 2018
CRISTO, ALIMENTO Y FUERZA PARA TU VIDA
(Jn.6, 53-58)
Objetivo
Profundizar sobre la necesidad del verdadero alimento y fuerza que produce vida al creyente, y que solo encuentra en Jesucristo quien es fuente inagotable de gracia y poder salvífico para todos los que en El confían.
Introducción
Generalmente sabemos a dónde o a quién recurrir cuando necesitamos algo o a alguien en una emergencia, llámese policía, bomberos, amigos, etc.. Igualmente, el cuerpo necesita el alimento para reparar fuerzas y mantenerse sano. Pero del alimento y fuerza de la que vamos hablar es un alimento que va más allá, es un alimento que trasciende, es alimento para el alma y una fuerza que renueva nuestra vida sobrenatural.
Desarrollo
Jesús además de enseñar, sanar y liberar a quienes le siguen, también piensa en la necesidad de alimentarlos. “Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tiene qué comer” (Mc.8, 2). Esta es una de las tantas maneras de cómo nos va revelando el cumplimento de la misión dada por el Padre a favor de su pueblo.
¿Cómo entender que Jesucristo es alimento y fuerza?
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Jesucristo es Pan de Vida: Por esta razón la Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras, como venera también el Cuerpo del Señor. No cesa de presentar a los fieles el Pan de Vida que se distribuye en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo.
- Jesús verdadero alimento: El cuerpo y la sangre son el verdadero alimento que fortalece, lo hace cercano y accesible a quien lo recibe.
- Jesús ofrenda bajada del cielo: El deseo de Jesús es permanecer con y en nosotros hasta trascender a la eternidad, fin para el cual instituyó la Eucaristía, que es fuente inagotable de gracia y fuerza renovadora que alimenta el alma. Es también consuelo durante nuestra estadía en la tierra.
- Efecto de Jesús alimento y fuerza:
Encuentro personal: Al compartir el banquete servido en la mesa del Altar, no solamente tenemos un encuentro, nos hacemos uno con Él obteniendo así su esencia, su vigor que nos ayuda a defendernos en los combates y asedios de los enemigos del alma.
- Crecer a la manera de Cristo: El encuentro y la comunión con Él nos lleva a una verdadera conversión entregándole sin reservas la vida y haciéndolo único, dueño y Señor de nuestra vida. Así también recibimos su Santo Espíritu que es poder venido de lo alto (Lc.24,49) para amar, sentir y pensar como Cristo, es decir, tener sus mismas actitudes. (Fil.2, 5-8).
- Conduce a la salvación: Conforme sea nuestra respuesta a esa entrega de Cristo, produce gozo saber que vamos a permanecer eternamente junto a Él. “Como cooperadores suyos que somos, os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios. Dice él en la Escritura: En el tiempo favorable te escuché, y en el día de la salvación te ayudé. ¡Pues este es el tiempo favorable; este es el día de la salvación”! (2 Co.6, 1-2)
Conclusión
Cristo además de ser alimento y fuerza para el hombre es también medicina, pues Él conoce cuál es el hambre y enfermedad que nos debilita. El alimento eucarístico es dispensador de fuerza espiritual y todo encuentro con Él es un momento especial que nos lleva a la contemplación, disponiéndonos para un día tomar posesión del cielo. El derramó hasta la última gota de sangre por todos nosotros, y nuestra respuesta debe ser un gran e inagotable deseo por mantenernos en su gracia salvadora.
Taller:
1. Comparte tu experiencia Eucarística
2. ¿En qué momento has experimentado a Cristo como verdadero alimento y fuerza?
Bibliografía:
- Biblia de Jerusalén
- Catecismo de la Iglesia Católica
- Catholic Net –Reflexión del Papa Francisco-
- Sacerdote Ángel David Martin Rubio – Reflexión -