FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE UTURO

Ciclo de enseñanzas sobre las obras de misericordia de Dios.

Guía de predicación agosto 19 al 24 – 2024

LA MISERICORDIA DE DIOS NOS ASOMBRA Y NOS APREMIA.

INTRODUCCIÓN

(Lc 6,36)

La Misericordia Divina es el amor de Dios en acción. El Padre creador de todo cuanto existe, nos ha creado por amor y ese amor radical y contundente es incomprensible para el ser humano; es irracional, no sigue la lógica nuestra, ni se basa en nada que nosotros podamos entender fácilmente. “Dios está locamente enamorado de su creatura”. (Catalina de Siena) Así nos lo explica Lucas en su Evangelio (Lc 15,4):

¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va a buscar la que se perdió, hasta que la encuentra?

Muchas veces hemos leído esta parábola de Jesús, pero ¿alguna vez hemos respondido? Según el pensamiento racional y lógico nuestro diríamos, nadie; nadie que piense con sensatez deja 99 ovejas a merced de los depredadores para ir a buscar una que se fue, se perdió. Nadie se va a buscar una sola para regresar y encontrar que las 99 no están, se las robaron, fueron presa de los depredadores, etc.

Pues bien, esa no es la forma de pensar de Dios. Ahí está ese gran número de personas que quieren hacer la voluntad de Dios, que oran y mantienen una relación con Jesús, cristianos de bien y a este otro lado está un hombre entregado al alcohol, al sexo desenfrenado, que roba etc. y ¿qué hace Dios? Envía a su Hijo amado a que entregue su vida por ese solo hombre, no quiere que se pierda y ese hombre se encuentra con Jesús y se convierte y hay fiesta en el cielo, porque este hombre se acogió a la salvación de Jesucristo. (Lc 15,7). Ese es el amor que Dios te ofrece y que tu recibes.

Al ser nosotros hechura del Padre a su imagen y semejanza, hemos de convertirnos en agentes de esa misericordia, ese amor, ilógico, incomprensible, que lo da todo y no pide nada, que solo piensa en hacer el bien al otro.

Hemos de Cambiar nuestra forma de pensar y permitir la tan anhelada transformación que el Santo Espíritu de Jesucristo quiere hacer en nosotros, para cumplir lo que Jesús nos pide en (Lc 6,36), ser misericordiosos. Es por excelencia el Fruto del Espíritu Santo, con el que podremos tener esas acciones concretas que reflejen en nosotros la misericordia de Dios.

RECIBE LA HERENCIA DEL PADRE PREPARADA PARA TI

(Mt 25,34ss)

“Estos pequeños gestos, a ojos del Señor, tienen un gran valor, a tal punto que nos ha dicho que sobre esto seremos juzgados. Son el camino de amor que nos enseña Jesús” (Papa Francisco)

Las obras de misericordia son 14, 7 espirituales y 7 corporales.

Nos ocuparemos hoy de la primera obra espiritual.

ENSEÑAR AL QUE NO SABE

Enseñar al que no sabe se hace necesario sabiendo que siempre hay personas que necesitan aprender. Se trata de compartir nuestros conocimientos, habilidades o experiencias con aquellos que lo necesiten: Podemos poner por obra el orientar a alguien que esté empezando en un campo o actividad que tú dominas; convertirnos en maestros(as) para formar y compartir nuestros conocimientos con amor.

Necesitamos la asistencia del Espíritu para esta obra de misericordia ya que nos invita a practicar la paciencia y la empatía. En el campo espiritual se hace indispensable compartir toda nuestra experiencia y conocimiento de Dios, para todos aquellos que quieren fortalecer su fe y su esperanza.

Enseñar al que no sabe no solo ayuda a quien aprende, sino que también enriquece nuestra propia vida al compartir nuestros dones y talentos con los demás. También fortalece nuestras propias habilidades y conocimientos, nos ayuda a construir relaciones significativas. 

Conclusión

Cuando enseñamos al que no sabe, estamos marcando una diferencia importante en la vida de alguien.

Taller

¿Reconoces la importancia de compartir tus conocimientos y experiencias?

¿Qué enseñanza te llevas de esta charla? 

Textos de apoyo

(2° Cor 5,10) (Is 58,7) (Eclesiástico 7,32 y 29,8)