Fundación Hombres y Mujeres de Futuro
Guía de Predicación
SANANDO LA RELACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS
Texto Base: Efesios 6, 1-4
junio 15 de 2022
Objetivo:
Aprender cómo debe ser la relación entre padres e hijos según la Palabra de Dios, dando algunas claves para lograrlo y sanar esta relación.
Introducción
El apóstol San Pablo en la carta a los Efesios, hace referencia a “los deberes familiares del cristiano”. Comienza con la exhortación al amor entre los esposos comparado con el amor de Cristo a la Iglesia (5, 21-33) y en el capítulo 6 del cual nos vamos a referir, un bello mensaje a los “hijos y padres” (1-4) que nos mostrarán las claves para sanar el corazón en la relación entre padres e hijos. Veamos parte por parte y las conclusiones respectivas.
MENSAJE A LOS HIJOS
- Ef. 6,1-3: Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo.
Una de las dificultades más grandes que tiene un hijo es obedecer, las razones pueden ser muchas, veamos algunas:
- Cuando los padres maldicen a sus hijos, atándolos con palabras no constructivas. Eclo. 3,9
- No los corrigen convenientemente Prov. 19,18
- Echar en cara todos los errores sin reconocer aciertos.
- Castigar, corregir y reprender frente a otras personas- especialmente amigos.
- Echar la culpa a los hijos de los errores cometidos por los padres.
- Cuando los padres no educan con el ejemplo.
- Cometen errores ante sus hijos y los reprenden para que estos no tomen el mal ejemplo.
- Padres enfermos sicológicamente: neurosis, paranoia y masoquismo, etc.
- Padres adictos.
Es importante hacerle ver a los hijos que la obediencia trae unos frutos de bendición, independientemente del comportamiento de sus padres.
- Es justo y agrada al Señor, contribuye a vivir en santidad; Col. 3,20
- Trae felicidad y gloria Prov. 13,18
- Enseña disciplina y forja personas de bien durante toda la vida Eclo. 6,18
- Trae unidad y fortaleza a la familia.
- Se viven ambientes de comprensión y reconciliación
- Ef. 6, 2-3: El primer mandamiento que contiene una promesa es este: “Honra a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra”
La obediencia a los padres se manifiesta en el cuarto mandamiento.
- Qué significa honrar a padre y a madre:
- No juzgarlos
- Darles las gracias por todo lo que han hecho por ti empezando por darte la vida
- El perdón de los pecados, Eclesiastés 3, 3
- La promesa para los hijos que obedecen:
Serás feliz y tendrás larga vida. Todas las bendiciones te alcanzarán, Eclo 3, 1-9
MENSAJE A LOS PADRES DE FAMILIA
1. Ef. 6, 4a Y ustedes padres, no hagan enojar a sus hijos
Dentro del papel tan importante que los padres de familia ejercen con sus hijos, el apóstol Pablo dice a los padres “no hagan enojar a sus hijos”.
Qué puede provocar la ira-enojo en los hijos:
- La falta de afecto, no decirles te amo, no mostrar ternura a los hijos.
- No dedicarles el tiempo necesario.
- La falta de ejemplo o testimonio de vida.
- Maldecir a los hijos con palabras (Sant. 3,10)
- Tener preferencia entre los hijos (compararlos)
- Falta de motivación, no felicitarlos, no tener detalles especiales con ellos.
- Castigarlos con ira. y sin justa razón.
- Falta de instrucción – orientación – enseñanza.
- Dejamos acumular castigos para cobrarles en uno solo.
2. Ef. 6,4b sino más bien edúquenlos con disciplina y en el amor del Señor.
Dice Prov. 22,6 que darle una buena educación al niño de hoy, se reflejará en el viejo del mañana que jamás la abandonará.
Los hijos no quieren la disciplina, pero la necesitan, necesitan límites claros, porque es importante para su desarrollo humano y los padres son los primeros responsables. Dentro de esta educación es importante tener presente que la corrección y la autoridad siempre se debe ejercer en el amor del Señor, porque se hace a conciencia, sin el ánimo de herir u ofender al hijo, buscando su bienestar, su crecimiento como persona y su felicidad.
Los padres no pueden olvidar que los hijos son bendiciones de Dios (cfr. Salmo 27, 3-5) que no les pertenecen, que son la prolongación de su existencia, que serán su bastón en la vejez y que ellos reflejarán el légalo que les dejen, así que esta tarea es importante y urgente que no se puede delegar por mucho que haya que trabajar o buscar los recursos materiales, un día Dios preguntará “que hiciste con los hijos que te di”.
CONCLUSIONES
- Padres: Guíen, ayuden, comprendan, amen, promuevan y sanen el corazón de sus hijos; esta es nuestra responsabilidad como padres.
- Hijos: valoren y agradezcan a sus padres todo el tiempo, para que cuando mueran no sea mucho el dolor. Nos duele más lo que no hicimos por nuestros padres que lo que hicimos.
- “Que los padres vuelvan el corazón a sus hijos, y que los hijos vuelvan el corazón a sus padres” (Mal. 4,6 Biblia Dios habla hoy)