FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
Guísa de predicación
Semana del 23 de noviembre, 2022
JESÚS, UNA VIDA DE ORACIÓN
Contemplemos la vida de Jesús orante tal y como nos lo muestra el evangelista Marcos
Objetivo
Aprender del Maestro a llevar una vida de oración para vivir en comunión con Él, como Jesús vivía en comunión con su Padre celestial.
Desarrollo
- Al culminar el primer día de su ministerio público, Jesús madruga al día siguiente para orar: “De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración” (1,35)
- Jesús enmarca su último día de ministerio, en una experiencia de Oración: En el Getsemaní: decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» (14,36)
- Aún en la cruz Jesús ora con el salmo 22,2: «Eloí, Eloí, ¿lemá sabactaní?», —que quiere decir— «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» (15,34)
Durante su vida pública
- Como buen israelita ora bendiciendo y agradeciendo al Padre antes de tomar los alimentos, en la primera multiplicación de los panes: “y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición”. (6,41)
- Ora también al atardecer: “Después de despedirse de ellos, se fue al monte a orar” (6,46)
- En la segunda multiplicación de los panes igualmente agradece: “Tomando los 7 panes, dando gracias” … (8,6)
- En la última cena: “mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, éste es mi cuerpo. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella” (14,22)
- Jesús Maestro de oración, nos propone orar cuando se está en crisis: “Velad y orad para que no caigáis en tentación” (14,38)
- Propone la oración cuando se enfrenta a una misión difícil: “Esta clase (de demonio) con nada puede ser arrojada sino con la oración” (9,29)
- Jesús ora convencido del poder de la oración: “Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis”. (11,24)
- Propone la oración unida a gestos de perdón: “Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas” (11,25)
- El señor enfrenta enérgicamente a aquellos para quienes la oración no es un tomar en serio a Dios: “Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos!»” (11,17)
- Critica la oración hipócrita: “Devoran la hacienda de las viudas: y despojan de sus bienes a las viudas, y para disimularlo hacen largas oraciones. Ellos recibirán mayor castigo”. (12,40)
Conclusión
Quien sigue a Jesús aprende a orar, sumergiéndose contemplativamente en su camino de oración que culmina en la cruz y en la donación total de sí mismo. Quien ora así, hará de su vida una ofrenda total por amor al Padre en el servicio a los demás. Así experimentará la comunión total con Dios y saboreará la fuerza extraordinaria de la oración en una vida con dimensión de eternidad.
Bibliografía
Tomado de: Un apoyo para la lectio divina del Evangelio de san Marcos. Aprendiendo a orar con Jesús. Padre Fidel Oñoro Consuegra.