FUNDACIÓN HOMBRES Y MUJERES DE FUTURO
Guía de predicación septiembre 15 al 20 – 2025
VELAD PUES, PORQUE NO SABÉIS EL DÍA NI LA HORA
(Parábola de las 10 vírgenes)
Mt 25,1-13
Objetivo
Comprender que Las vírgenes representan a todo creyente que espera la venida de su Señor y que esa espera debe ser llevando la vida con sabiduría.
Introducción
Nos encontramos frente a una parábola que tiene un final un tanto difícil cuando escuchamos al Señor diciéndonos “en verdad no os conozco”. Escuchemos y pongamos en práctica este mensaje para que podamos entrar con Él a la fiesta de Bodas.
Jesús es El Mesías, es el Esposo que viene, pero tarda y el verdadero problema es cómo comportarse durante la espera, cómo estar alerta.
La clave está en la actitud frente a esa espera, es la actitud del sabio o del tonto, escuchar o no escuchar.
Esto está iluminado con la imagen del aceite.
Qué significa el aceite:
En Proverbios 31,10 encontramos el texto de una mujer como en esta parábola. Se habla de la mujer fuerte que es difícil de encontrar y que es más preciosa que las perlas, y que ni siquiera de noche deja apagar su lámpara. Observemos la conexión con la parábola que nos ocupa. Pues esta mujer según los estudiosos no es una simple criatura, es el símbolo de la sabiduría.
El aceite es esa habilidad sapiencial para vivir la vida con sabiduría, y vivir con sabiduría es vivir la vida en Dios. Es escucharlo y hacer su voluntad.
La parte central de esta parábola no son tanto el aceite o la luz, es una voz, una voz que anuncia la llegada del Esposo. “Que llega el Esposo salgan a recibirlo” (Mt 25,6). Una llegada que nos hace desacomodarnos para salir al encuentro de ese Esposo que viene a abrazarnos; es Dios mismo que viene en un abrazo. Toda nuestra vida, desde que nacemos, está aquí representada como un caminar hacia ese encuentro con el Esposo, hasta el día mismo en que salgamos de la vida terrenal para al fin poder encontrarnos y fundirnos en un abrazo eterno con Él. Porque eso es la muerte, no es el fin de nada, es simple y llanamente pasar de aquí a los brazos amorosos del Padre Creador.
Las cinco jóvenes sabias, precavidas, han traído el aceite y podrán mantener sus lámparas encendidas, las necias en cambio, no tienen aceite de reserva, se les apagarán sus lámparas, no pueden mantenerlas encendidas. Esto significa una vida vacía llevada sin sabiduría, una vida que no ha escuchado la Voz.
Conclusión
El Señor mismo nos da la conclusión de la parábola: estén despiertos, vigilantes, porque no saben el día ni la hora.
La vigilancia es la actitud del sabio, porque el Señor tarda, nos dice la parábola. Es un llamado a no quedarnos dormidos, en cuanto a que perdamos nuestro horizonte de para dónde vamos, cuál es nuestro destino final y nos dejemos enredar en las cosas del mundo.